miércoles, 30 de junio de 1993

COPA DEL SOL

Tal y como anunciábamos en el anterior número, se celebró en nuestro Club la Copa del Sol, Campeonato de Europa de selecciones nacionales infantiles (Sub-14). Así como la categoría cadete es en el tenis moderno la más prestigiada por el nivel que se ve y se adivina, la infantil es, quizá, la más espectacular. En el deporte actual, para bien o para mal, la edad del campeón va bajando (yo diría que dramáticamente) y el tenis no es una excepción.

En la prueba que nos concedió la Asociación Europea se vieron cosas de auténticos profesionales. Estamos acostumbrados a hablar de niños cuando lo que en realidad hay que decir es jugadores, pero no olvidando nunca su edad. Cuando uno de estos niños-jugadores es seleccionado por su federación nacional para representar a su país, lleva muchas horas de rodaje y de preparación para lo que, de momento, es lo más importante del mundo para él. Dicen que el tenis no fabrica gente muy normal como otros deportes, que los tenistas son raros y que cada uno vive en un mundo aparte de los demás. Hasta cierto punto es cierto. El tenis es una disciplina en la que hay demasiados factores que influyen en el resultado final. La soledad, la constante y rápida solución de problemas sobre la pista, el sistema de puntuación a veces tan injusto, la cantidad de momentos transcendentales en los que hay que tomar rápidas decisiones, la presión que tienen que soportar única y exclusivamente ellos y un sinfín de diferentes factores, hacen de los tenistas personas maduras antes de tiempo.

Durante los días 27, 28 y 29 de Junio, vimos desenvolverse a los mejores jugadores infantiles de Bélgica, Gran Bretaña, Holanda, Israel, Portugal y España. El espectáculo estaba garantizado de antemano y en ningún momento defraudó. Todo, afortunadamente, salió a pedir de boca. Se consiguió un gran sponsor (Ford Irusa), acudió mucho público, hizo buen tiempo, la organización respondió, no hubo problemas a nivel de Juez-Arbitro y... ganó España. ¿Se puede pedir más?

A las primeras de cambio cayeron Gran Bretaña y Portugal. Los lusitanos perdieron con Israel sin ganar un punto y los británicos no pudieron con Bélgica. Inglaterra, cuna del tenis, lleva muchos años sin sacar buenos jugadores y, por lo que se ve, tardará bastantes años en conseguir algo positivo. El sorteo emparejó en semifinales a España con Bélgica y a Holanda con Israel. Estos se fueron al hotel sin ganar un solo partido, mientras España ganaba con un apretadísimo 3-2 a los belgas, tan apretado como que se decidió en el último partido, con el primer set en contra y frente a un jugador que admiró por su serenidad y saber estar en la pista. (No se olviden del nombre: Xavier Malisse).


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
Publicado en la revista del Club Tenis Pamplona