domingo, 13 de junio de 2004

SE ACABÓ

Se acabó. Desgraciadamente, se acabó. Pero hay que decir alto y claro, que todo terminó con brillantez y, sobre todo, con alegría, mucha alegría. El Goofy es especial y eso no hay quien lo discuta. La réplica de Mickey Mouse que reciben los triunfadores como trofeo lo dice todo.

El Goofy se asemeja al trato que da la sociedad actual al niño. La hiperprotección de los padres sobre los hijos se podría vislumbrar en un torneo donde el niño es el protagonista absoluto. El chaval se aloja en un hotel de cuatro estrellas, se le lleva a diario al Club y se le devuelve al hotel, se le dan las tres comidas reglamentarias, se le proporciona pista para entrenar, a la hora del partido se le da agua fresca y zumos para llevar a la pista, se le proporciona un fisio por si tiene alguna molestia, el entrenador está encima de él por si necesita algo e intenta no molestarle cuando se adivina que no es el momento más oportuno, se le forra de gorritas, mochilas, camisetas, juegos y un sinfín de chorraditas que a veces se quedan olvidadas por los vestuarios o en el bar. Y todo esto ¡gratis! Uno no sabe si estamos marcando un buen camino o no, pero lo cierto es que es el único camino que, por ahora, existe.

En el teatro la última escena marca mucho la opinión final del espectador. Es la forma de convencer al que aún tiene dudas de si le ha gustado o no la obra. Ayer la Organización puso todo lo que se podía poner para que los dudosos acabaran convenciéndose de lo evidente. Tanto es así que Goofy, el personaje de Disney intocable e inviolable, fue retocado con el pañuelo de San Fermín. Pues eso, viva San Fermín.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis

sábado, 12 de junio de 2004

JAVIER

Dicen que no hay gente imprescindible, que al final siempre amanece y que todo barco llega a puerto capitanee quien capitanee. Uno tiene sus dudas. El mundo funciona porque hay locos que se dedican a hacer felices a los demás y esa rara especie se hace tan necesaria como que, si no están, claro que el barco llega, pero en mal estado. Cada cual que valore si esto es imprescindible o, simplemente, necesario.

Javier Sansierra es el capitán. Es tan necesario en el Goofy que uno piensa que sin él no existiría el Campeonato. Así de claro. Este vasco, casado con una americana de Colorado, padre, amigo y ciudadano del mundo, lleva a sus espaldas veintiún Goofys sin interrupción y, lo que es más curioso, con una ilusión contagiosa. Es el loco de esta película. Sus dotes de organizador y de comunicador hacen que cualquier cosa que él dirija goce de un ambiente especial, mitad cariño, mitad rigor, pero todo esto regado por un chorro enorme de humanidad y, sobre todo, de educación.

Hoy son las finales, el gran día. Hoy habrá mucha alegría y, seguramente, alguna lágrima, porque en el Tenis, para bien o para mal, no existe el empate. Hoy acabaremos bailando con Goofy, sí, sí, con el auténtico, y terminaremos el torneo del calor. ¿Qué queda? Haría falta muchos folios para explicarlo. De todos los eventos se aprende algo. En éste, seguramente, hemos estudiado a fondo la asignatura de “saber estar”. Gracias, Javier.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis

SE ACABÓ

Se acabó. Desgraciadamente, se acabó. Pero hay que decir alto y claro, que todo terminó con brillantez y, sobre todo, con alegría, mucha alegría. El Goofy es especial y eso no hay quien lo discuta. La réplica de Mickey Mouse que reciben los triunfadores como trofeo lo dice todo.

El Goofy se asemeja al trato que da la sociedad actual al niño. La hiperprotección de los padres sobre los hijos se podría vislumbrar en un torneo donde el niño es el protagonista absoluto. El chaval se aloja en un hotel de cuatro estrellas, se le lleva a diario al Club y se le devuelve al hotel, se le dan las tres comidas reglamentarias, se le proporciona pista para entrenar, a la hora del partido se le da agua fresca y zumos para llevar a la pista, se le proporciona un fisio por si tiene alguna molestia, el entrenador está encima de él por si necesita algo e intenta no molestarle cuando se adivina que no es el momento más oportuno, se le forra de gorritas, mochilas, camisetas, juegos y un sinfín de chorraditas que a veces se quedan olvidadas por los vestuarios o en el bar. Y todo esto ¡gratis! Uno no sabe si estamos marcando un buen camino o no, pero lo cierto es que es el único camino que, por ahora, existe.

En el teatro la última escena marca mucho la opinión final del espectador. Es la forma de convencer al que aún tiene dudas de si le ha gustado o no la obra. Ayer la Organización puso todo lo que se podía poner para que los dudosos acabaran convenciéndose de lo evidente. Tanto es así que Goofy, el personaje de Disney intocable e inviolable, fue retocado con el pañuelo de San Fermín. Pues eso, viva San Fermín.


Josemari Sexmilo
12 de Junio 2004
Publicado en Diario de Navarra (13.JUN.04)

viernes, 11 de junio de 2004

SORPRESAS

Por fin ha habido sorpresas. Ya era hora. Hasta ayer todo iba con la tranquilidad del pronóstico cumplido; pero ayer, en el primer turno, el de las diez de la mañana, en el que casi nadie quiere jugar, cayeron los dos favoritos, sufriendo hasta la extenuación mientras sus compañeros tomaban cocacolas y pinchos en el Ayuntamiento. Yolanda Barcina recibía a Organización y participantes y les agasajaba junto al balcón desde el que Jorge Mori, que también quiso estar presente, pasará a la historia el 6 de Julio.

Ya estamos en semifinales. Ayer perdió la última esperanza navarra, Jennifer Gil, que, junto a una extremeña, había llegado a la penúltima ronda de dobles. Bien por Jenny, por su trabajo diario y por el ejemplo que da a los de su alrededor. Es bueno fijarse en quien trabaja bien para intentar imitarle.

Uno ya se empieza a obsesionar con esto del calor. Tampoco se debe caer en el tópico del “esto no es normal”, porque, a efectos del tiempo climatológico, en Pamplona todo es normal. O habitual.

Mañana empieza la movida. Habrá recogepelotas, árbitros, megafonía, ambiente y… calor. Por la tarde se dilucidará quiénes son los mejores doblistas del país. Serán los primeros campeones del torneo y, junto a los que ganen el sábado, recogerán su premio en la pista 1 del Club de Tenis de manos del mismísimo Goofy. Sí, sí, como lo oye: del mismísimo Goofy, porque, se lo crea usted o no, Goofy existe. Y si no, venga el sábado.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis

JAVIER

Dicen que no hay gente imprescindible, que al final siempre amanece y que todo barco llega a puerto capitanee quien capitanee. Uno tiene sus dudas. El mundo funciona porque hay locos que se dedican a hacer felices a los demás y esa rara especie se hace tan necesaria como que, si no están, claro que el barco llega, pero en mal estado. Cada cual que valore si esto es imprescindible o, simplemente, necesario.

Javier Sansierra es el capitán. Es tan necesario en el Goofy que uno piensa que sin él no existiría el Campeonato. Así de claro. Este vasco, casado con una americana de Colorado, padre, amigo y ciudadano del mundo, lleva a sus espaldas veintiún Goofys sin interrupción y, lo que es más curioso, con una ilusión contagiosa. Es el loco de esta película. Sus dotes de organizador y de comunicador hacen que cualquier cosa que él dirija goce de un ambiente especial, mitad cariño, mitad rigor, pero todo esto regado por un chorro enorme de humanidad y, sobre todo, de educación.

Hoy son las finales, el gran día. Hoy habrá mucha alegría y, seguramente, alguna lágrima, porque en el Tenis, para bien o para mal, no existe el empate. Hoy acabaremos bailando con Goofy, sí, sí, con el auténtico, y terminaremos el torneo del calor. ¿Qué queda? Haría falta muchos folios para explicarlo. De todos los eventos se aprende algo. En éste, seguramente, hemos estudiado a fondo la asignatura de “saber estar”. Gracias, Javier.


Josemari Sexmilo
11 de Junio 2004
Publicado en Diario de Navarra (12.JUN.2004)

jueves, 10 de junio de 2004

LA “ARMADA”

Ayer desembarcó la “Armada” en el Tenis o, más bien, los responsables de que la “Armada” exista. Llegaron como de puntillas, sin hacer ruido, y seguro que se irán de la misma forma, pero con un montón de datos debajo del brazo. Al fin y al cabo, son los responsables de que la “Armada” tenga suficientes relevos por mucho tiempo. Secretaría Técnica, Coordinación de Escuelas Territoriales y Dirección del C.A.R. de la Federación Española están en Pamplona para ver lo que hacen estos locos bajitos de la raqueta.

El Goofy es un buen foro de opinión sobre el tenis en general. Aquí todo se comenta, desde cómo sacar con más potencia, hasta la locura de aquel padre que le hizo a su hija odiar el tenis, pasando por la final del último Roland Garros. Y todo eso bajo un calor que no cesa y que hace devorar las botellas de agua y de zumos.

Hoy se juegan los cuartos de final sin representación navarra. Se acerca el final y todo empieza a ser más serio y los partidos más largos. Aquí ya no se relaja nadie porque se sabe que el Goofy es uno de los referentes de la Federación Nacional de cara a dar a un jugador lo que se merece. Lo importante es que nadie se sienta observado, pero eso no es fácil.

Los jugadores a jugar y los observadores a observar. Viva la “Armada”.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis

SORPRESAS

Por fin ha habido sorpresas. Ya era hora. Hasta ayer todo iba con la tranquilidad del pronóstico cumplido; pero ayer, en el primer turno, el de las diez de la mañana, en el que casi nadie quiere jugar, cayeron los dos favoritos, sufriendo hasta la extenuación mientras sus compañeros tomaban cocacolas y pinchos en el Ayuntamiento. Yolanda Barcina recibía a Organización y participantes y les agasajaba junto al balcón desde el que Jorge Mori, que también quiso estar presente, pasará a la historia el 6 de Julio.

Ya estamos en semifinales. Ayer perdió la última esperanza navarra, Jennifer Gil, que, junto a una extremeña, había llegado a la penúltima ronda de dobles. Bien por Jenny, por su trabajo diario y por el ejemplo que da a los de su alrededor. Es bueno fijarse en quien trabaja bien para intentar imitarle.

Uno ya se empieza a obsesionar con esto del calor. Tampoco se debe caer en el tópico del “esto no es normal”, porque, a efectos del tiempo climatológico, en Pamplona todo es normal. O habitual.

Mañana empieza la movida. Habrá recogepelotas, árbitros, megafonía, ambiente y… calor. Por la tarde se dilucidará quiénes son los mejores doblistas del país. Serán los primeros campeones del torneo y, junto a los que ganen el sábado, recogerán su premio en la pista 1 del Club de Tenis de manos del mismísimo Goofy. Sí, sí, como lo oye: del mismísimo Goofy, porque, se lo crea usted o no, Goofy existe. Y si no, venga el sábado.



Josemari Sexmilo
10 de Junio 2004
Publicado en Diario de Navarra (11.JUN.06)

miércoles, 9 de junio de 2004

EL GOOFY

Para los que no lo sepan, el Trofeo Sport Goofy ya no se llama así; es “el Goofy”. El Goofy es el campeonato estrella del año para los jugadores de 14 años. El Goofy tiene gancho, relevancia, tradición y todo eso que tienen los campeonatos importantes. Es el torneo que se juega con la curiosidad de lo nuevo.

Generalmente, el Goofy sólo se juega una vez en la vida. Pocos son los que disputan dos ediciones y eso, como todos los torneos de edades, le aporta algo especial.

En el Goofy hay nervios, nivel, ilusión y regalos, muchos regalos. Los jugadores reciben un montón de esas cositas como gorras, camisetas, mochilas, toallas y todos esos artilugios que los de Disney y todos los americanos se han empeñado en denominar merchandising. Es una excelente aportación de la generosidad del sponsor.

Ayer hizo mucho calor pero no se derritió nadie. Parece que los chavales están cada vez mejor preparados y aguantan lo que les eche el contrario y el hombre del tiempo. Desde fuera parece muy difícil soportar esa mezcla de tensión y temperatura, pero la verdad es que esta gente aguanta todo.

Fermín Idoate, del Tenis, dio la nota positiva local y ganó al número uno de Cantabria. Hoy será todo más complicado. Los navarros han caído pero lo cierto es que están disfrutando del torneo como los que han ganado. Se trata de disfrutar y, si se gana, mejor. Es el Goofy.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis

LA “ARMADA”

Ayer desembarcó la “Armada” en el Tenis o, más bien, los responsables de que la “Armada” exista. Llegaron como de puntillas, sin hacer ruido, y seguro que se irán de la misma forma, pero con un montón de datos debajo del brazo. Al fin y al cabo, son los responsables de que la “Armada” tenga suficientes relevos por mucho tiempo. Secretaría Técnica, Coordinación de Escuelas Territoriales y Dirección del C.A.R. de la Federación Española están en Pamplona para ver lo que hacen estos locos bajitos de la raqueta.

El Goofy es un buen foro de opinión sobre el tenis en general. Aquí todo se comenta, desde cómo sacar con más potencia, hasta la locura de aquel padre que le hizo a su hija odiar el tenis, pasando por la final del último Roland Garros. Y todo eso bajo un calor que no cesa y que hace devorar las botellas de agua y de zumos.

Hoy se juegan los cuartos de final sin representación navarra. Se acerca el final y todo empieza a ser más serio y los partidos más largos. Aquí ya no se relaja nadie porque se sabe que el Goofy es uno de los referentes de la Federación Nacional de cara a dar a un jugador lo que se merece. Lo importante es que nadie se sienta observado, pero eso no es fácil.

Los jugadores a jugar y los observadores a observar. Viva la “Armada”.


Josemari Sexmilo
9 de Junio 2004
Publicado en Diario de Navarra (10.JUN.04)

martes, 8 de junio de 2004

EL GOOFY

Para los que no lo sepan, el Trofeo Sport Goofy ya no se llama así; es “el Goofy”. El Goofy es el campeonato estrella del año para los jugadores de 14 años. El Goofy tiene gancho, relevancia, tradición y todo eso que tienen los campeonatos importantes. Es el torneo que se juega con la curiosidad de lo nuevo.

Generalmente, el Goofy sólo se juega una vez en la vida. Pocos son los que disputan dos ediciones y eso, como todos los torneos de edades, le aporta algo especial.

En el Goofy hay nervios, nivel, ilusión y regalos, muchos regalos. Los jugadores reciben un montón de esas cositas como gorras, camisetas, mochilas, toallas y todos esos artilugios que los de Disney y todos los americanos se han empeñado en denominar merchandising. Es una excelente aportación de la generosidad del sponsor.

Ayer hizo mucho calor pero no se derritió nadie. Parece que los chavales están cada vez mejor preparados y aguantan lo que les eche el contrario y el hombre del tiempo. Desde fuera parece muy difícil soportar esa mezcla de tensión y temperatura, pero la verdad es que esta gente aguanta todo.

Fermín Idoate, del Tenis, dio la nota positiva local y ganó al número uno de Cantabria. Hoy será todo más complicado. Los navarros han caído pero lo cierto es que están disfrutando del torneo como los que han ganado. Se trata de disfrutar y, si se gana, mejor. Es el Goofy.


Josemari Sexmilo
8 de Junio 2004
Publicado en Diario de Navarra (9.JUN.04)