miércoles, 14 de diciembre de 2005

EL MAESTRO

Desde la antigüedad el Maestro, así, con mayúscula, es aquél que enseña algo a quien no sabe o a quien sabe poco. El Maestro es la referencia para quien quiere aprender; y es tal su importancia a todos los niveles, que no debe defraudar bajo ningún concepto. El Maestro habla y los demás escuchan, ordena y los demás obedecen, anda y los demás le siguen. El Maestro no falla porque, si lo hace, todo se derrumba.

El año 1970, la ATP instituyó el Torneo de Maestros, el Masters, para nombrar y poner de ejemplo al resto de los humanos quién era el líder, o sea, quién podía dirigir a los demás y enseñarles todo lo que él había aprendido anteriormente. En aquella ocasión, Stan Smith apareció ante el mundo como el ejemplo a seguir.

El Master Navarra de Tenis ha tenido todo para triunfar: un escenario notable, un público ilusionado, un árbitro internacional y unos jueces de línea expertos, unos recogepelotas entregados y todo lo que se podía esperar, salvo, paradójicamente, los jugadores. Los maestros de la raqueta, desgraciadamente, no han dado la talla. El esfuerzo que ha hecho el Gobierno de Navarra se ha visto compensado sólo a medias. Una pena. Y es que estos partidos de finales de temporada recuerdan un poco a los torneos de pretemporada de fútbol.

Los que hayan ido hasta Anaitasuna a ver a las figuras del dinero y del glamour, se deberían pasar de aquí al sábado por las pistas de la Universidad de Navarra. Allí van a ver tenis del bueno; y no es ninguna exageración. Se celebra el Master del Circuito Navarro y juegan las mejores raquetas del año. Seguro que Eduardo Sanz, Luis Valencia, Borja Roldán y compañía van a dar espectáculo porque, entre otras cosas, se juegan puntos, prestigio y dinero. Es una pena, pero donde no hay alicientes, el actor se duerme.

Las semifinales del viernes por la tarde y las finales del sábado a las 11.00 h. tendrán interés aunque no haya un gran escenario, tensión sin gente uniformada, lucha sin glamour y, en definitiva, un espectáculo sin conservantes ni colorantes, pero con unas dosis de generosidad fuera de toda duda.

Después de los dos eventos toca adivinar dónde está el verdadero Maestro, pero así, con mayúscula.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
14 de Diciembre de 2005
Publicado en diario de Noticias el 16.DIC.2005

martes, 6 de diciembre de 2005

TENIS DEL BUENO

Que a Pamplona no llegan grandes eventos es algo que está muy claro. Nuestra capital, a pesar de tener tres universidades, una Sanidad altamente valorada, unas fiestas inigualables, un orden urbanístico de alto nivel y un largo etcétera de piropos, no vende. Parece ser que Pamplona no es una ciudad apetecible para los organizadores de acontecimientos importantes. De hecho, el complejo Donosti está ahí. Siendo dos capitales parecidas en costumbres, población y gustos, los guipuzcoanos atraen a mil y una organizaciones importantes, mientras la vieja Iruña se queda con las ganas. En esto sólo gana La Roncalesa.

Los días 10 y 11 se presenta un gran evento en Pamplona. No se vende humo, sino algo que se puede catalogar como espectáculo de primer orden. El tener al lado de casa a Carles Moyá, Albert Costa, Feliciano López y Fernando Verdasco, es todo un lujo. En este momento no se puede traer nada mucho mejor. Sólo lo mejoraría Rafael Nadal, que en principio iba a venir y se lesionó, o Fernando Alonso, que no nos cabe en ningún sitio para hacer su trabajo. Dicho de otra forma, estamos casi, casi, tocando techo.

A los indecisos se les puede decir que Carles Moyá fue número 1 del mundo en 1999 y que Albert Costa llegó hasta el número 6 (2002). En cuanto a Feliciano López y Verdasco, son ya dos realidades del tenis español. Han competido como titulares en Copa Davis y están clasificados entre los 35 primeros jugadores de la ATP. Además, Moyá y Costa son campeones de Copa Davis y de Roland Garros, por lo cual, estos cuatro jugadores podrían formar un equipo de juventud y experiencia que cualquier país del planeta lo quisiera para conquistar la Ensaladera de plata.

Lo que veremos el sábado y el domingo en Anaitasuna es tenis del bueno, del que usted ve en la tele. También veremos a uno de los tenistas técnicamente más atractivos del Circuito, Carles Moyá; y a otro de los físicamente (según las mujeres) más llamativos, Feliciano López. Todo esto aderezado con la experiencia de Costa y la juventud de Verdasco. Pero lo que también veremos es si Pamplona triunfa como ciudad de eventos o si realmente tenían razón los que pasan de largo y ofrecen espectáculos a otras ciudades de nuestro entorno. Si llenamos el aforo, habremos dado un gran paso adelante, pero si fracasamos habrá que ir pensando, de nuevo, en La Roncalesa.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
6.DIC.2005
Publicado en Diario de Noticias el 7.DIC.2005