miércoles, 27 de diciembre de 2006

¿ABURRIDO?

Que el ser humano se aburra de las guerras, de las dictaduras, del hambre en el mundo o de los precios de los pisos, es normal. Nos aburre todo lo que es repetitivo y negativo a la vez. Pero también sucede que ese mismo ser humano se aburre de lo bueno y espectacular porque, simplemente, se habitúa a tenerlo tan cerca que le resta valor en cuanto puede.

Roger Federer, el número uno hasta no sabemos cuándo, ha ganado casi todo lo ganable en 2006. De los cuatro Grand Slam triunfó en tres (Australia, Wimbledon, US Open) y fue subcampeón en el cuarto (Roland Garros). Y de los nueve grandes (Tennis Master Series) llegó a seis finales y, además, se llevó el Masters. Casi nada. ¿Es o no aburrido? Uno entiende que para los suecos, argentinos o japoneses, puede ser aburrido; pero también es cierto que los suizos deben estar disfrutando hasta llegar a límites insospechados.

Prueba de que lo bueno puede aburrir es el hecho de que los vecinos franceses casi nos llegaron a odiar cuando Miguel Induráin no hacía más que ganar y ganar y vestirse de amarillo a diario y humillar a todos en las contrarreloj y pegarse al culo de los mejores escaladores… Pero siendo navarro o vasco o español, la situación era muy divertida.

A mediados de Enero comenzará el Open de Australia, primer grande de la temporada y con la pretemporada recién acabada. Y parece que Federer empezará a ¿aburrir? otra vez a todos menos a los suizos. De cualquier forma, quien entienda el deporte como tal se alegrará de poder saborear tantas y tantas tardes el nivel deportivo de esta especie de extraterrestre y deseará que no se jubile jamás. Porque quien entiende el deporte como tal sabe distinguir lo bueno y lo malo sin meterse en colores ni orígenes; y este próximo año volverá a vibrar con la técnica, la fuerza, el control y la personalidad de Federer. Aunque, por qué no, a quien entiende el deporte como tal, tampoco le habría importado que Federer hubiera nacido en Villaba.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
27 de Diciembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (29.DIC.2006)

domingo, 3 de diciembre de 2006

ARGENTINOS

Hay cosas que se quedan en la retina de las que es difícil abstraerse. Los humanos tenemos esa capacidad de curiosear en lo que hacen los demás y alegrarnos, entristecernos o, simplemente, extrañarnos de lo que vemos.

El Rusia-Argentina ha tenido cosas curiosas. Un equipo, Argentina, en el que no se habla la mitad con la otra mitad por problemas de alineación. Un capitán ruso, que tiene más o menos la edad y la tipología de Yeltsin, al que nadie le hace ni caso; es como si no estuviera, como si no sirviera ni para dar las toallas y el agua, alguien totalmente ignorado por los jugadores. Un jugador, Safin (por cierto, ¿no hay nadie que le aconseje que se afeite?) que ha estado tres días con una cara de cabreo, aún ganando, que no la firmaría ni el mismísimo Adriansens ni Miguel Sanz en precampaña. Una superficie en la que la pelota no bota, simplemente es escupida, y que se asemeja más a una pista de hielo que a una de tenis. Y un sistema de consulta, el Ojo de Halcón, que esperemos lo hayan visto los viejecitos de la FIFA y reaccionen.

Confieso que he sentido tristeza al ver perder de esta forma a Argentina. Argentina es un país que tenía hambre de títulos desde que se jubilaron Guillermo Vilas y José Luis Clerc. Y es que, de pronto, han aparecido en los Rankings ATP una serie de jugadores que expresan claramente el buen momento que atraviesan. En la última clasificación (27:NOV.06) hay nueve jugadores argentinos en los 100 primeros puestos. Y, además, tienen más allá del 100 a jugadores en horas bajas que remontarán, como Coria, Cañas o Zabaleta.

Y además, uno piensa que Argentina, que es un país vibrante en las alegrías y en las penas, necesitaba la victoria. Los ciudadanos argentinos han padecido tantas desgracias en los últimos años, que hace pensar que, por lo menos, se podrían haber alimentado temporalmente de un éxito propio, algo que no les hubiera podido arrebatar ni políticos, ni militares, ni banqueros. Algo con lo que poder alimentar su orgullo.

En la Davis Cup 2007, es probable un enfrentamiento España-Argentina en semifinales y, a buen seguro, cambiará todo la puesta en escena que hemos visto en la final de este año. Viendo las cosas tal y como son, el equipo español, aunque lo fue en otros tiempos, no es un equipo dividido; todo lo contrario. Tampoco Emilio Sánchez Vicario tiene la tipología ni la edad de Yeltsin y, además, los jugadores le miran a los ojos. Y Nadal no tiene el carácter de Adriansens ni de los políticos nerviosos. Y los argentinos que hagan lo que puedan.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
3 de Diciembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (05.DIC.2006)

martes, 14 de noviembre de 2006

LAS CHICAS

Confieso que hice el ridículo. Corría el año 84 y yo había fichado, como entrenador, por un club de Málaga y aquel año se celebraba en Puente Romano el Campeonato de España absoluto femenino. Le convencí a una persona por entonces muy querida de ir a ver las semifinales. Todo colaboró al desastre, porque la noche anterior no paró de llover, la pista estaba muy blanda, la pelota pesaba un montón, estábamos a nivel del mar y, sobre todo, el nivel era el que era. Por aquel entonces dominaba el tenis español Carmen Perea, malagueña, nueve veces campeona de España, una persona encantadora, pero una jugadora que, a duras penas, pasaba una previa cuando salía a jugar el Circuito Internacional. El caso es que después de cantar a mi compañera las excelencias de las mujeres y el tenis, el espectáculo fue, simplemente, patético. Y no me quedó más remedio que, tras quince inacabables minutos, cambiar de planes y, casi colorado, pasear por Marbella intentando olvidar todo lo que oliera a tenis.

En veinte años, el tenis femenino ha evolucionado de tal forma que ahora nos podríamos plantear lo que entonces, en algunas ocasiones, era implanteable: ir a ver a las chicas en vez de a los chicos. El tenis femenino tiene técnica, tiene velocidad, tiene fuerza, es táctico y, además, tiene una puesta en escena que no tiene nada que envidiar al tenis masculino.

El Master femenino de Madrid ha tenido todos los ingredientes, pero el que se lleva la palma es el más importante, el nivel. El poderío técnico que atesoran las jugadoras de ahora era algo, simplemente, impensable hace años. Las chicas juegan ahora, de alguna manera aunque no totalmente, como los chicos, Las chicas aceleran su raqueta al máximo para transmitir la mayor velocidad a la pelota, juegan paralelo, cruzado, largo, corto, sacan a nosecuántos por hora, volean, se la juegan en cuanto pueden y además… tienen unos cuerpos estupendos.

Todo esto faltaba en Puente Romano el año 84. Y no precisamente porque hubiera llovido la noche anterior y la pista estuviera blanda y la pelota pesara y estuviéramos a nivel del mar y todo eso, sino porque el tenis femenino ha dado un vuelco que muchos deportes lo quisieran para sí. Es como si fueran dos deportes diferentes. Y uno piensa que, al margen de los cuerpos estupendos, lo son.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
14 de Noviembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (15.NOV.2006)

lunes, 23 de octubre de 2006

FEDERER-NADAL, SEGÚN CONNORS

Jimmy Connors, que lo fue todo en el mundo del tenis, establecía el otro día la diferencia entre los dos monstruos del tenis mundial actual. Decía que Federer es la perfección y tenía toda la razón, porque es el Sampras de este tiempo. Un hombre con todo lo que tiene el artista auténtico en el escenario de la pista, en el escaparate universal donde hay que demostrar lo que realmente eres, o sea, lo que has aprendido en la vida, desde lo técnico hasta lo humano. Y decía el americano que Nadal es un hombre que emociona. También es verdad. Nadal es un atleta que transmite unas sensaciones extrañas a quien le ve dejar la vida en cada momento. Parece como si cada punto fuera el último punto de su vida, y eso tiene mucho mérito.

Federer ha ganado en Madrid sin perder un set en todo el torneo. Su calidad técnica es algo que asusta. Uno recuerda la perfección competitiva de Mónica Seles, antes del atentado que tiró por los suelos su carrera, y lo compara porque parecía que nadie podría destronar a una jugadora que jugaba sus dos golpes de fondo a dos manos y que tenía tal fuerza física y mental que daba la impresión de que intentaba asesinar a su contraria en cada golpe. Federer sólo se parece a la Seles en su facilidad para ganar a todo lo que se le pone delante.

La gente sigue intentando comparar a Nadal y Federer como si fuera tan fácil. El mallorquín es un jugador con limitaciones, al menos hasta el momento. Basa en su físico (especialmente en su tren superior) lo que le da esa velocidad tremenda a la pelota y al efecto que ésta toma al salir de su cordaje para arrollar a un contrario que tan sólo quiere devolver esa cosa amarilla como puede. Y Federer es la calidad por encima de todo. No tiene agujeros, no baja su rendimiento en ningún momento, parece como si no sufriera nunca y, además, no transmite ni frío ni calor, no sabemos si porque no lo padece o porque nos oculta todo detrás de esas cejas tan juntas y esa boca tan rara. No se puede comparar. Y lo siento por los aficionados españoles que vibran con Nadal y quieren pensar que lo suyo es lo mejor. Lo siento, créanme. Federer es el número uno indiscutible. Otra cosa es que en ciertos momentos, en cierta superficie y en ciertas circunstancias, Nadal se ponga por encima. No utilicemos el patrioterismo para juzgar el nivel.

Federer y Nadal, Nadal y Federer están en el Circuito, como decía Connors, para lo que están, cada uno en su sitio y aportando a la grada lo que cada uno sabe hacer. Y lo que aportan, ni más ni menos y hablando de dos deportistas que rozan la perfección, es eso, uno la perfección y el otro la posibilidad de llegar a emocionar.

Connors, que es uno de los sabios del tenis de siempre, aportó al mundo el mejor tenis en sus momentos de gloria. Ahora aporta su cordura, juzgando a los dos quasiperfectos, y dejando su sello en una entrevista que, no nos olvidemos, se celebró en Madrid.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
23 de octubre de 2006
Publicado en Diariod de Noticias (27.OCT.2006)

sábado, 21 de octubre de 2006

EL SEÑOR GOÑI

Uno llega a dudar de si realmente aquello de “nadie es imprescindible” es cierto o no. En los clubs deportivos de los años sesenta había personajes que rompían ese dicho de forma demoledora porque eran todo dentro de un recinto en el que sólo se exigía que las piscinas tuvieran agua y que el bar no fuera muy caro. El conserje, esa figura que, desgraciadamente, va desapareciendo, era quien mandaba, gritaba, exigía, aconsejaba, recibía, despedía, pagaba, llamaba, vigilaba, en fin, era como una plantilla entera dentro de un solo cuerpo. ¿Cómo iba a pensar un conserje de aquellos que a la vuelta de unos pocos años iba a haber asesores, directores, comités de empresa, especialistas en comunicación, encargados de riesgos laborales y mucho más?

Parece que Jesús Goñi, el señor Goñi, se ha ido para siempre. Y digo parece porque los que ya no vamos a cumplir los cuarenta lo tenemos tan mitificado que es difícil separar rincones e historias del Club Tenis Pamplona de la figura de Jesús Goñi, el señor Goñi. Y es que este hombre, que se incorporó al Club el año 50, lo fue todo. Sí, sí, todo. Comenzó su carrera como conserje de los de antes, o sea, viviendo dentro del Club; luego fue jefe de personal, aunque no hacía falta nombramiento porque siempre fue, de una manera u otra, el jefe. Más tarde pasó a Director Deportivo y, al final, a Gerente. Toda una trayectoria.

Jesús Goñi, el señor Goñi, era un poco Caravinagre, la verdad. Gritaba a todas horas y se cabreaba hasta con su sombra. Era la faceta más conocida de este personaje. Pero los muchos que tuvimos el privilegio de conocerle de cerca disfrutamos de él como del mejor de los amigos. Un jugador de principio de los 70 decía siempre que el señor Goñi no era el Director Deportivo, sino el padre deportivo. Y es que, a parte de todas las facetas antedichas, Jesús Goñi, el señor Goñi, nos aconsejaba a pie de pista a los infantiles como si de un capitán de Copa Davis se tratara, nos acompañaba cuando jugábamos fuera de Pamplona, nos encordaba las raquetas y nos cobraba de vez en cuando, nos enseñaba a mentir en el mus, nos mimaba, nos quería… Como digo, un privilegio.

Jesús Goñi, el señor Goñi, el último conserje, el último hombre-todo, se ha ido a descansar. Pues que descanses, Jesús; y que, si como dicen muchos, hay algo después de esto, nos veamos, si es posible, con una raqueta en la mano.

Agur, señor Goñi.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador del Club Tenis Pamplona
21 de octubre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (22.OCT.2006)

martes, 10 de octubre de 2006

LAS RECOGEPELOTAS

El deporte, a veces y afortunadamente, eclipsa todo aquello que nos preocupa en esta nuestra sociedad. Guerras, estafas, violencia de género, prevaricaciones, atentados, violaciones de cualquier tipo… todo se oculta de repente bajo el manto mágico de un Mundial de fútbol, un Tour de Francia o la final del Manomanista. En ocasiones, uno se avergüenza de su condición de humano cuando unos millonarios de corto son capaces de ocultar durante unos días que, por ejemplo, hay gente que muere a diario porque no tiene nada que llevarse a la boca.

La segunda semana de Noviembre se celebrará en Madrid el torneo más importante del año en suelo español y uno de los nueve grandes a nivel mundial. Uno que, por razones personales, no ha leído demasiado en las últimas fechas, se da cuenta de que lo único que ha visto, por ahora, es el eclipse total de las chicas recogepelotas. El que venga o no Federer para garantizar el espectáculo, el que Moyá sea invitado por la organización o los millones que se van a repartir los jugadores parece algo accesorio. Noticias como que otro año más va a haber recogepelotas femeninas (jodé que expresión!), que el escote parece que va a ser el mismo que el de la última edición y que, según dicen, este año van a ir vestidas de colegialas, han ocupado las páginas de deportes pasando olímpicamente, y nunca mejor dicho, de lo que realmente interesa: el nivel del torneo.

Todo esto que ha aparecido en la prensa escrita, ha sido aderezado con imágenes realmente definitivas. En un telediario, la presentación del torneo con Rafa Nadal rodeado, lógicamente, de sus chicas recogepelotas (otra expresión!), y en otro, las chicas entrenando los movimientos, cómo tienen que coger las pelotas (y otra!), cómo deben lanzarlas, cuándo deben salir o entrar, en fin un despropósito total adornado por varias de las protagonistas que corren todavía sobre los talones y con los brazos caídos, que no saben coger una pelota al vuelo y que para lanzarla a un punto se las ven y se las desean. Pero tienen cuerpos de notable alto, o sea, todo todo en su sitio.

Y mientras tanto, famosos, caraduras, directivos de palco y puro, futbolistas y un sinfín de abrazafarolas diciendo a los amigos que van a ver tenis. Qué pena!


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
10 de Octubre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (11.OCT.2006)

lunes, 25 de septiembre de 2006

DESPEDIDAS

El mundo del tenis está de despedidas. Si en poco más de un mes se nos han ido Navratilova y Agassi, ahora lo hace Alex Corretja. Los tres, cada uno en su mundo, en su época y en sus circunstancias, han dejado un poso muy difícil de borrar. Y los tres tienen algo en común que les ha marcado durante su carrera: su personalidad. Navratilova fue admirada por la agresividad impropia en una tenista de su época. Agassi destacó por la forma tan peculiar de desplazarse por la pista. Y Corretja por sus formas a la hora de valorar a los contrarios cuando todo iba mal. Los tres fueron, simplemente, unos craks.

Alex basó su éxito en la regularidad técnica. Dando por sentado que ha sido uno de los mejores del mundo, podríamos decir que nunca tuvo un gran saque, pero sacaba bien; que no tuvo una gran derecha (su particular calvario de niño), pero no era un “agujero” donde buscar oro el contrario; que tampoco destrozaba a nadie con su revés, pero era un buen revés; y que no era un voleador nato, pero no voleaba mal. Otros jugadores basan su patrón de juego en un golpe que les hace ganar muchos puntos cuando las cosas no van bien. Sin embargo, Corretja dejó todo en manos de una buena técnica sin lagunas.

La personalidad de este hombre hizo de él un ejemplo para todos, ese hijo que todas las madres quisieran tener. Educado, limpio, caballeroso, simpático y muy amigo de sus amigos, Alex Corretja tuvo constantemente el reconocimiento del mundo del tenis por su fair play, algo que a algunos les parece una majadería, pero que, al final, es más importante que todo lo demás que se pueda conseguir.

En mes y medio se nos han ido los tres y, cuando se trata de gente como ellos, uno piensa que no hay que pasar página, porque la página pasada se olvida. Esa página hay que guardarla y, de vez en cuando, mirarla porque hay episodios en la historia que se deben recordar y que debemos contar a los que vienen detrás. Al fin y al cabo, el deporte se inventó para educar. ¿O no?

JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
25 de Septiembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (27.SEP.2007)

jueves, 7 de septiembre de 2006

AGASSI

El US Open ya tiene otra historia más: la retirada de Agassi. Este último episodio del Grand Slam americano va a eclipsar, sin ninguna duda, a todo lo demás. Ésta no será la edición en que ganó éste o aquél, ni la de la derrota de Nadal con un ruso que ni era cabeza de serie; ni siquiera el de la lluvia que volvió locos a los organizadores. No. El US Open de 2006 pasará a la historia como el de la retirada del norteamericano más laureado. Es una desgracia para quien gane, pero es así.

Agassi fue un revolucionario del tenis. Su forma de jugar, golpeando la pelota cuando sube después de botar, hizo que sus contrarios jugaran a un ritmo que entonces no se conocía. Agassi se colocaba con los pies dentro de la pista y pegaba bofetones a todo lo que volaba. Y cuando se trataba de devolver el servicio contrario, más de lo mismo, golpeando dentro de la pista y sin dejar subir la bola, imponiendo un ritmo agobiante.

En mayo de 1988 Murcia acogió un Simposium internacional en el que estaban invitados Agassi, con su impresionante melena, y Nick Bolletieri, su entrenador, con sus impresionantes conocimientos. Todos los asistentes tenían la misma pregunta en mente hacia el entrenador: ¿Cómo ha conseguido usted que su jugador golpee a la pelota desde dentro de la pista y cuando está subiendo? La respuesta de Bolletieri fue de lo más sencilla: Le ví jugar con cuatro años y jugaba así, casi a botepronto, y como lo hacía bien no le cambié nada”

El tenis ha evolucionado porque algunos entrenadores inteligentes no han ido a los libros para corregir a su jugador. Si Bergellin no le hubiera dejado jugar a Borg con dos manos su revés y Bolletieri le hubiera exigido a Agassi colocarse dos metros fuera de la pista, el tenis sería otro.

El US Open llega a su final, pero eso es lo de menos. Agassi nos ha dejado. Viva Agassi.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
7 de Septiembre de 2006
Publicado en Diariode Noticias (8.SEP.2006)

sábado, 2 de septiembre de 2006

NAVRATILOVA

Es una pena que nadie pueda parar el tiempo. Cuanto más feliz es uno más rápido corre el reloj, los días, los meses. Aún nos acordamos de los cinco años de Induráin, de cómo estirábamos el chicle aquél para que eso no se acabara, aún sabiendo que nadie podría evitar el triste despertar de tan feliz sueño. La vida tiene estas cosas y el deporte vive, en ocasiones, más de recuerdos que de realidades.

Martina Navratilova, aunque no por primera vez, deja el tenis. Ya se retiró en 1994 y ahora, tras volver en 2000 para jugar dobles y mixtos, se va definitivamente. Dice que tiene más arrugas que títulos y que no puede más. Se acabó la leyenda de una mujer ejemplar como tenista, valiente a la hora de asumir su vida privada en aquellos años y pública enemiga de la política de Bush.

Navratilova, checa de nacimiento y norteamericana de adopción, comenzó su carrera profesional en 1973, ganó 18 Grand Slams, 8 Masters y un sinfín de torneos importantes. En total 353 títulos. Fue la primera mujer que no subió a la red sólo a dar la mano y, así, hizo de su volea su mejor arma. Hay estudios en los que se demuestra que esta tenista era más segura en la red que en el fondo de la pista, algo que no tiene nada de normal.

Y encima se va ahora, cuando se juega el US Open, cuando más daño hace. Es como si te deja tu pareja cuando más la necesitas. No hay derecho. Y total por 353 arrugas.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
2 de Septiembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (3.SEP.2006)

domingo, 20 de agosto de 2006

EL RESTO

Estas líneas pretenden hacer disfrutar un poco más a quien, sin tener mucha idea de tenis, se sienta delante de la tele y disfruta con torneos como el que se nos viene encima, el US Open. En el deporte, cuanto más se sabe, más se puede uno divertir viendo a las figuras compitiendo. El tenis no es una excepción y, realmente, cuando se conocen datos sobre la dificultad o la importancia de algunas situaciones, se puede saborea más, si cabe, el espectáculo.

El resto en el tenis es uno de los golpes o situaciones más importantes. Hace tiempo se daba una importancia capital al saque. Se decía que no podía haber un buen jugador sin un buen saque y tenían razón. Hay que darse cuenta de que un jugador saca en la mitad de los juegos de su partido y si no domina ese golpe no puede progresar. Pero no es menos cierto que ese jugador debe restar en el otro cincuenta por ciento de juegos. Entonces, ¿qué es más importante, sacar bien o restar bien? Podríamos decir que tan importante es uno como otro, si bien, en estos momentos, podría tener más importancia trabajar en los entrenamientos el resto, dado que, actualmente, todos los jugadores sacan bien, al haber habido una cultura de saque tan amplia que es raro ver jugadores sin un buen servicio.

Hace años apareció un estudio sobre sacadores y restadores que, por su simpleza, todo el mundo lo puede entender. Se trataba de hacer tres columnas con nombres de jugadores. En la primera estaban los quince mejores del Ranking ATP. En la segunda, los quince mejores sacadores del Circuito. Y en la tercera, los quince mejores restadores. Y resultó que las que más se parecían eran la primera y la tercera, es decir, que los mejores jugadores, los que mejores resultados habían hecho en los últimos doce meses, no eran los que mejor sacaban, sino los que mejor restaban. Una buena lección para modificar o enriquecer la forma de entrenar desde la élite hasta las Escuelas de club.

Empieza el espectáculo americano. Seguramente será el último US Open de Agassi, el mejor restador de los últimos tiempos o, quizá, de la historia del tenis. Si quiere disfrutar, fíjese cómo se mete en la pista a buscar la pelota contra saques a 200 km/h., en una pista donde la pelota resbala muy rápida y a sus treinta y muchos años. Y tampoco deje de fijarse en el resto de Nadal, sobre todo el de revés, uno de sus avances de esta temporada, fruto de un trabajo serio y muy duro.




JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
20 de Agosto de 2006
Publicado en Diario de Noticias (28.AGO.2006)

sábado, 12 de agosto de 2006

LOS DOMINADORES

No hay cosa más aburrida que el deporte sin emoción. Cuando siempre ganan los mismos, la esencia de la competición se diluye y la gente mira para otro lado, como si no le diera mérito al deportista ganador. Y es que lo que gusta es la variedad, salvo que haya relación de vecindad entre el abusón y el aficionado (como cuando todos los de aquí disfrutamos de cinco Tours) . Entonces nadie se aburre. Pero ¿quién no ha deseado ver en la Copa al Madrid humillado por el Leganés o al Barça por el Sant Andreu? Los humanos nos aburrimos pronto de las victorias del poderoso y lo queremos ver, cuanto antes, por los suelos. Somos así.

Nadal ¡por fin! ha perdido. Parece mentira. Por lo menos nos ha demostrado que es humano, que no es perfecto y que todo puede pasar en un momento dado. Lo que ocurre es que, desde hace poco tiempo, estamos asistiendo a lo que nunca había pasado en el mundo del tenis, el que dos jugadores dominen la competición con tanta autoridad que no dejan entrar a nadie en el territorio de las finales. En un cuadro con Federer por arriba y Nadal por abajo, se adivina perfectamente cuál va a ser la final. Pero no; esta vez ha habido pinchazo, como cuando uno falla un penalty o un triple o un putt a medio metro del hoyo.

De cualquier forma, para el que no lo sepa, Nadal no ha perdido contra un cualquiera. Ha perdido contra un checo de 21 años llamado Berdych, que mide 1,95, que pesa 90 kilos, que ganó este año un ATP en la hierba de Halle, que es el número 14 del planeta y del que es mejor apartarse cuando saca. Por eso, aunque en este momento es una sorpresa, hace bien poco no lo habría sido ya que, si bien siempre ha habido dominadores, estos han naufragado a menudo con la gente que viene de abajo.

Parece que esto va a ser un paréntesis, porque, si no pasa nada raro, dentro de dos semanas empezará el US Open, con Federer por arriba y Nadal por abajo y, en medio, los teloneros. A ver si todo va como siempre y nos aburrimos otra vez con Nadal. Como con Miguel entre el 91 y el 95.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
12 de Agosto de 2006
Publicado en Diario de Noticias (13.AGO.2006)

sábado, 29 de julio de 2006

LA COMPETICIÓN

No cabe duda de que la competición es la salsa del deporte. Sin nada que contar, sin nada que medir, sin nada que cronometrar, no hay deporte. El ser humano, por su naturaleza, debe compararse con el resto en una carrera, a veces encarnizada, a veces puramente lúdica, que al final dice quién supera a quién. Y es que hasta el menos competitivo de los mortales acaba compitiendo, a su nivel y a su manera, contra su amigo, contra su enemigo, contra su vecino o contra sí mismo.

Corren malos tiempos para la competición en deportes individuales. Parece ser que ahora la gente es menos competitiva que hace diez años. Pero ¿qué ha cambiado en tan poco tiempo? El desparpajo que había antes a la hora de inscribirse en las competiciones se ha extinguido. Sin ir más lejos, en el mundo del tenis, hemos pasado de cuadros de ochenta o noventa jugadores (categorías infantiles y cadetes) a torneos de quince o veinte. Y eso, teniendo en cuenta que las Escuelas tienen cada vez más alumnos y jugadores, es grave. Además, hay que decir que esto no pasa sólo en Navarra; actualmente es un problema a nivel nacional e internacional.

Los deportes individuales que se juegan por sistema de eliminatorias tienen el gran problema de que, a las primeras de cambio, o sea, en la primera jornada, la mitad de los jugadores se va a la calle. Eso es realmente una lacra para aquel jugador que no destaca y que, por lo tanto, resume sus competiciones en un partido por cada campeonato, con la carga de los gastos e incomodidades del desplazamiento, pago de la inscripción y manutención. Pero eso también era así hace diez, quince y veinte años, y sin embargo había una participación enorme.

Está claro que el deporte ya no va a cambiar a la sociedad, por lo que los responsables del deporte deberán ponerse a trabajar para adaptar el deporte a los cambios de hábitos y formas de vivir y pensar actuales. No hay otra solución. Y quizá la clave esté en no hacer un deporte tan competitivo y tirar más hacia lo recreativo y así dejar de sufrir cada vez que se pisa una cancha. Porque la competición es formativa y divertida para muchos, sobre todo para los triunfadores, pero puede convertirse en algo odioso, angustioso y repugnante para muchos más, los perdedores.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de tenis
29 de Julio de 2006
Publicado en Diario de Noticias (1.AGO.2006)

domingo, 9 de julio de 2006

LAS MATEMÁTICAS

Cuando Miguel Induráin comenzaba a destacar, allá por los años ochentaymuchos, voces preparadas, con experiencia y con gran bagage técnico, aseguraban que rodaría muy bien, que sería un buen contrarrelojista, que hasta podría sprintar, pero que a lo que jamás llegaría sería a ser un buen escalador. Todo esto se fundamentaba en parámetros que durante años habían servido de base al ciclismo. El peso y la estatura parece que era lo que no cuadraba en el proyecto, porque, según los entendidos, para ser escalador había que ser delgadito y pequeño y no un culogordo como Miguel. Miguel fue, al final, un todoterreno. No fue el mejor escalador pero no perdía sus tiempos en las allturas. Allí donde iba el escalador de turno, Miguel estaba detrás. Siempre.

Y como el caso de Induráin ha habido muchos en la historia del deporte. Atletas a los que por su tipología, su técnica o su forma de ser, no se les ha colocado en la salida de la carrera del éxito y, sin embargo, se han colado en el sprint final echando por tierra las teorías de los agoreros, por cierto, cada vez más presentes en el mundo del deporte.

Nadal se ha colado donde parecía que no tenía sitio. Un jugador cuyo fuerte no es el saque (aunque lo ha mejorado) y que hasta hace poco tiempo sólo subía a la red a dar la mano, no se merecía estar en la final de Wimbledon. Pero el deporte no es matemático y hay deportistas, los menos, que rompen moldes y tiran por tierra todo lo escrito. Y esto es bueno porque si no, el deporte sería muy aburrido. Como las Matemáticas.

Pero tampoco vamos a pensar que Nadal, sin mejorar aspectos básicos en pista rápida, ha llegado a donde ha llegado. En Londres no ha levantado la pelota tanto como en la tierra de París, buscando que no le puedan atacar de primeras. Y, además, ha mejorado su resto, algo importantísimo en el tenis moderno.

Nadal ha perdido con Federer, lo que, también a priori, no supone ninguna sorpresa. Pero lo que queda es esa sensación de que todavía se puede soñar y que los genios del deporte existen. No se trata de tener las mejores referencias antropométricas, los mejores medios y los mejores entenadores. Hay que tener algo más, ese algo que no se puede explicar ni comprar. Ese algo que rompe moldes y da vida a la vida. Eso que nadie sabe dónde está pero que todos saben que existe. Eso cuyo resultado final es siempre incierto y no como en las Matemáticas, donde el resultado sólo puede ser uno. ¡Qué aburrido!


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
9 de Julio de 2006
Publicado en Diario de Noticias (11.JUL.2006)

domingo, 2 de julio de 2006

EL RESPETO

Sito Pons escribía hace años que el deporte es de los deportistas y que los demás están para ayudar, sólo para ayudar. Y es verdad. El deportista lo que necesita es tranquilidad y no una tribu de moscones alrededor molestando cada vez que respira. Lo que tiene que tener el atleta en su entorno es un clima de comprensión, de apoyo, de cariño y, sobre todo, de respeto. Si el protagonista del deporte puede contar con estos términos en el diccionario que le acompaña a todas partes, es más que probable que pueda llegar a donde sueña. Estos conceptos los deben aportar, ni más ni menos, los que rodean a quien hace lo posible por triunfar en el mundo del deporte, el deportista.

Se ha ido Javier Hernández, J.H., el Boti. Y se ha ido de puntillas, sin hacer ruido, sin molestar a nadie, tal y como vivió y escribió. Ni siquiera pidió un taxi. Javier respetó a todo el mundo hasta el final. Si algo pudimos aprender de este campeón de la humanidad, fue el respeto por las personas en general y por el deportista en particular. Su trato hacia el deportista afamado, contrastado y poderoso fue igual, repito, igual, que hacia el perdedor, desconocido y novato. Para él no había diferencia. Eran, simplemente, personas.

La Pelota se ha quedado huérfana, pero también la Prensa y el Tenis y los amigos y todos los que, de una forma o de otra, le queríamos. La vida tiene estos tragos y lo peor de todo es que no se puede rebobinar. Se ha ido y se ha ido. Y le hemos homenajeado y hemos llorado y hemos moqueado, porque hay personas por las que hay que llorar y moquear, porque se lo merecen y quizá sea el homenaje más socorrido y más barato, pero es, de largo, el que más sentimiento acumula.

Pues nada, Javier; que si hay algo después de esto, nos veremos como siempre, con nosecuántos periódicos en la mano y con un cortao delante para hablar de Osasuna, de la herencia de Retegi, del Portland y de Nadal. Y seguiremos aprendiendo de tu natural respeto por todos, ricos y pobres, famosos e ignorados, destacados y mediocres. Y decirte que lo tuyo no ha sido normal, que no hay gente así, que todos nos creemos algo y, al fin y al cabo, no somos nada. Y que gracias por tus lecciones de todo, pero sobre todo, de respeto.

Un abrazo enorme. Agur, amigo.



JOSEMARI SEXMILO
2 de Julio de 2006
Publicado en Diario de Noticias (4.JUL.2006)

domingo, 11 de junio de 2006

EL COLA-CAO

Uno no sabe por qué los deportistas son tan diferentes. Con Rafa Nadal cualquiera puede vibrar porque contagia una alegría propia de quien está disfrutando haciendo lo que le gusta. Con Roger Federer se puede disfrutar, pero no vibrar. La cara de jaqueca que exhibe el suizo da ganas de preguntarle si realmente le gusta o no lo que hace. Nadal salta, levanta los puños, sonríe, grita. Federer, sin duda el mejor tenista del planeta, junta las dos cejas con la punta de la nariz y el labio superior en una expresión que aquí llamamos “de oler a meao” y esconde perfectamente lo que siente. Es de esos jugadores de los que nunca sabes si van ganando o perdiendo. Alguna diferencia ha tenido que haber en la formación de estos dos jóvenes. ¿Será el Cola-Cao?

Nadal ha ganado en París cambiando en algo su patrón de juego. Ya no depende tanto de su físico y no se empacha de correr. Salvo el partido contra Mathieu, con cinco horas para cuatro sets, no ha tenido un torneo especialmente duro. Ahora Rafa tiene mejor saque que el año pasado y eso cambia mucho la forma de jugar de un tenista, a parte del efecto mental que conlleva. Y, además, tiene una derecha que rompe la pelota. Actualmente su derecha es capaz de ganar puntos directos, tanto cuando juega paralelo como cuando abre ángulo sobre la diagonal de la pista. Ese es el cambio y ese es el futuro de este fenómeno. El domingo hubo momentos (especialmente el tercer set y parte del cuarto) en los que hizo un tenis más agresivo de lo habitual y se acercó un poco más al tenis que se lleva.

Sus entrenadores han trabajado duro. Le han hecho unos cambios pequeños pero fundamentales, tan fundamentales que, entre todos, se han cargado a un Federer que se había preparado para afrontar con garantías la tierra de París. Y es que el trabajo suele acabar en éxito. El trabajo y, quizá, también el Cola-Cao.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
11 de Junio de 2006
Publicado en Diario de Noticias (13.JUN.2006)

jueves, 25 de mayo de 2006

¿QUÉ TIENE NADAL QUE NO TENGAN LOS DEMÁS?

Quisiera dirigirme a esas personas a las que gusta el tenis y que disfrutan horas y horas viendo partidos en televisión, no llegando a distinguir aspectos como la diferencia entre un jugador y otro. Y por poner un ejemplo, nos podríamos ceñir a nuestro jugador estrella y a una pregunta muy concreta: ¿Qué tiene Nadal que no tengan los demás? Al fin y al cabo, Nadal es como muchos chicos que están en el Circuito. Muchos, como Nadal, tienen 19 años, han tenido una buena formación, tienen un buen físico, han sido campeones juveniles en sus países, tienen buenos entrenadores, tienen talento... en fin tienen todo para triunfar. Pero, ¿por qué hay esa diferencia tan grande cuando se trata de ganar o perder? Trataré de explicarlo lo más claramente posible. Ojalá después de exponer mi criterio pueda usted disfrutar un poquito más viendo tenis.

Para mí, Rafa Nadal tiene unas características que lo definen técnica y humanamente y que paso a enumerar:

1. El saque. Era su asignatura pendiente y, por lo visto, ha trabajado mucho este aspecto. En su último partido contra Federer metió en el cuadro el 85% de primeros servicios. Este porcentaje es elevadísimo teniendo en cuenta la velocidad a la que se saca actualmente y los ángulos que se buscan (Federer, por ejemplo, metió un 62%).
2. El drive. Su golpe estrella. Ya viene del año pasado y con ella gana infinidad de puntos. Juega en el lado derecho de la pista para golpear muchas más veces con su drive que con su revés.
3. El físico. Precisamente para hacer lo anterior hay que tener un gran físico, porque hay que recorrer más metros y a máxima intensidad que jugando en el centro de la pista. En el plano físico hay que destacar también el desarrollo de su tren superior (pectorales, biceps, deltoides...) que le facilita el acelerar de tal forma sus golpes que la pelota sale con una gran velocidad.
4. Contraataque. Si algo tiene que muchos no tienen, es su facilidad para pasar de situaciones de defensa total, corriendo de lado a lado de la pista detrás de la pelota que le manda el contrario, a una situación clara de ataque. Lo hace sólo con un golpe genial y en posiciones de desequilibrio. Un espectáculo.
5. El passing. Cuando su contrario está desesperado porque no puede prosperar jugando de fondo a fondo y se lanza al ataque, aparece el passing de Nadal, uno de sus puntos fuertes, especialmente el de revés cruzado.
6. Seguridad. Es un jugador al que hay que ganar el punto. Si su contrario basa su táctica en fallar menos que él, fracasará a buen seguro.
7. Mentalidad. Es un hombre de mentalidad ganadora y lo demuestra, como los grandes, en las situaciones más comprometidas (match-ball en contra, dos primeros sets perdidos, marcador en contra en el set definitivo...).
8. Humildad. Las personas que rodean a Rafa Nadal han construido un entorno idóneo para el jugador, basando todo en el trabajo, la humildad y la educación.

Estos ocho puntos (podríamos hablar de más cosas) no son exclusivos de Rafa Nadal. Hay jugadores con mucha seguridad, jugadores con una gran humildad, jugadores con un físico envidiable, jugadores con una gran derecha o revés o saque o passing, jugadores con un buen entorno; pero el éxito está, lógicamente, en la conjunción de todo esto en una sola persona. Eso es lo difícil y en Nadal se da.

Espero haber aclarado algunos aspectos importantes de Nadal con la única intención de que el amante del tenis pueda disfrutar más viendo jugar a este fenómeno. Pero no nos llevemos a engaño: todo esto puede desmoronarse una tarde cualquiera, por ejemplo, en Roland Garros.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
25 de Mayo de 2006

lunes, 22 de mayo de 2006

JUAN JOSÉ CASTILLO

Si algún periodista estuvo ligado totalmente a una expresión, ése fue Juan José Castillo. Su entró, entró fue, sin duda, la forma de decir con toda rotundidad que la bola había sido buena y que no cabía reclamación posible. Así lo decía Castillo, con total seguridad. Y esas dos palabras separadas por una coma, se podían escuchar en la grada de cualquier torneo de cualquier club de cualquier ciudad; en cualquier partido de dobles entre domingueros; y en el salón de cualquier casa, viendo en la tele la Copa Davis, pero no porque las pronunciara el de la tele, sino porque ya eran patrimonio de todos y todos las lanzaban con fuerza cuando el jugador favorito acertaba en la línea del contrario.

Juan José Castillo marcó un estilo personal, discreto y hasta, podríamos decir, austero. Sin refugiarse en tecnicismos ni efectos especiales, contaba la realidad de lo que pasaba en la pista y punto. Y es que, el estilo que se está marcando en los últimos años, no tiene nada que ver con el del periodista catalán. De un tiempo a esta parte, el comentarista de turno está acompañado por un asesor (al más puro estilo taurino) que da la impresión de ser primo-hermano de esos tertulianos radiofónicos que, al margen de lo que se habla, quieren protagonismo. Y lo que hay que dejar claro es que lo noticiable es lo que ocurre ahí abajo, entre las líneas y la red, no lo que diga en ese momento quien quiere lucir todo lo que sabe.

Así lo entendía J.J. y así lo entiende la mayor parte de los humanos. Está bien que te expliquen algo sobre el porqué de los fallos en el tenis, pero de ahí a que desmenucen, analicen y desglosen un movimiento del jugador, va un abismo y, además, aburre a cualquiera.

El lunes empieza Roland Garros, la gran cita mundial del tenis táctico. Las cadenas de televisión deberían acordarse de que los objetivos de los medios son dos: informar y formar. Lo de informar va por ahora bien, pero por favor, que no nos den un curso de Monitor Nacional cada tarde. Los admiradores de Juan José Castillo, que nos dejó hace casi cinco años, lo agradeceremos.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
22 de Mayo de 2006
Publicado en Diario de Noticias (25.MAY.2006)

lunes, 1 de mayo de 2006

LAS TEORÍAS DE BRUGUERA

Lluis Bruguera, padre y entrenador (¡vaya tela!) de Sergi, dos veces campeón en Roland Garros, otra vez finalista y ganador de infinidad de torneos en todo el mundo, hablaba sobre la preparación de los tenistas de élite en un curso en el Club Tennis L’Hospitalet (Barcelona). La gente como Lluis habla mucho y te descubre infinidad de conceptos en materia, fundamentalmente, táctica. Son personas que dejan la técnica a un lado, como una asignatura que se supone aprendida y sobre la que no hay que hacer hincapié. Vamos, como lo del cinturón de seguridad.

En aquella ocasión se le ocurrió decir que el tenis es un deporte en el que no se puede ganar por correr más que el contrario. Y tenía razón. Hay deportes, como el fútbol, en los que corriendo más que el otro equipo puedes llegar a ganar. En el tenis, el que más corre es el que está sufriendo los sartenazos del de enfrente y no tiene más remedio que hacer kilómetros y kilómetros a toda velocidad para ver si llega ese momento, que no suele llegar, en el que el enemigo falla.

Rafa Nadal ha ganado el Godó corriendo más que sus oponentes. Es su forma de jugar y, por ahora, destroza la teoría de Bruguera padre. Pero claro, no se puede ganar un Godó sólo corriendo; hasta ahí podíamos llegar. Nadal tiene lo que, según Bruguera padre, distingue a los grandes jugadores del resto, que consiste en pasar de situaciones de defensa a dominar el punto. Esto se hace con un solo golpe y está reservado a los grandes.

Nadal y Robredo hicieron una gran final, pegando a todo lo que pasaba por ahí, especialmente en el segundo set. Rafa empezó haciendo kilómetros pero acabó dominando todas las zonas. Robredo fue quien acabó corriendo, buscando el momento ése que nunca suele llegar. Y no llegó.

Bruguera tenía razón. Al tenis no se gana corriendo. Hay que tener algo más, algo que te diferencie del resto. Por eso casi siempre ganan los mismos.




JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
1 de Mayo de 2006
Publicado en Diario de Noticias (2.MAY.2006)

lunes, 17 de abril de 2006

EL SEGUNDO

No es ninguna deshonra ser segundo, pero duele. En el deporte, el primero, el campeón, pasa a la historia, aparece en el palmarés de su Federación con letras de oro y su Comité Olímpico le premia continuamente con un reconocimiento, a menudo, exagerado. El segundo debería hablar de vez en cuando y contar a la humanidad su esfuerzo infructuoso por ser primero, convencido de que podría serlo y recibiendo siempre la misma bofetada y, además, en la misma mejilla.

Romminnger, un ciclista excepcional, que tan pronto era escalador como contrarrelojista, coincidió en el tiempo con Miguel Induráin y no pudo llegar a lo más alto. Lo mismo le pasó a Poulidor con Anquetil, a Marro con Iríbar, a Manolo Cervantes con Arconada, a Chris Evert con Navratilova o a Galarza con Retegi. Son muros insalvables para un deportista que es grande, que se siente grande, que la gente lo ve como grande, pero que nunca llega a ser el más grande.

Conchita se va. Dice que no puede ni con su tobillo ni con sus resultados. Conchita tampoco ha podido con Arantxa Sánchez Vicario. Tuvo la mala suerte de que cuatro meses antes de nacer, ya había nacido la que iba a ser la número 1. Si Arantxa no hubiera existido, estaríamos hablando de la retirada de la más grande de todos los tiempos. Más de una vez Conchita habrá pensado que, con lo grande que es el mundo, por qué tuvo que nacer aquí al lado. Pues sí. El protagonismo es sólo de uno. Ahí no caben dos.

El palmarés de Conchita es envidiable. Ganar Wimbledon (Santana ya se ha lanzado a decir que eso es lo máximo... porque lo ganó él), ser segunda (¡otra vez segunda!) en París y Australia, ganar cinco veces la Copa Federación y tener tres medallas olímpicas (dos de plata, o sea, de segunda) y conseguir ser la número 2 ( ¡!) en el Ranking WTA en 1995, es algo reservado a muy pocas tenistas de la historia. Y aún y todo, en su país, segunda.

Uno espera que la historia sea generosa con Conchita, porque es justo y porque se lo merece. Siempre le quedará el recuerdo de aquella final del Campeonato de España (1988) en la pista 1 del Tenis Pamplona, cuando le sacó a pelotazos a su amiga-enemiga Arantxa (6/2 6/0). Y es que el segundo también tiene momentos de gloria. Y si no que se lo pregunten a Romminger, Poulidor, Marro, Cervantes, Chris Evert o Galarza.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
17 de Abril de 2006

viernes, 24 de marzo de 2006

AL FIN, LA TECNOLOGÍA

En una tertulia futbolera comentaba muy convencido un aficionado que es bueno para el fútbol que haya fallos arbitrales, porque así se habla más de fútbol y se venden más periódicos y la gente se excita más y todo eso. Y otro contertulio, con buen criterio, le contestaba que aquello era una burrada; que de fútbol se debe hablar porque es un deporte en donde deben imperar otros valores; y que si a otros ámbitos se llevara esa teoría, se podría pensar que, por ejemplo, si los jueces de los Tribunales de Justicia fueran necios o torpes, se hablaría más de violaciones, asesinatos y atracos y se venderían, seguramente, más periódicos, pero que eso no es bueno ni para la Judicatura ni para la sociedad. Por eso, uno piensa que en cualquier ámbito y, por supuesto, en el deporte, debe triunfar lo que es justo. Los reglamentos y los jueces deportivos deben hacer lo posible por que consiga la victoria el que mejor juegue el día de la competición y no aquél que tenga más suerte con un árbitro desacertado.

El tenis ha apostado por la tecnología. La utilización de ocho cámaras en pista va a hacer prácticamente imposible que un jugador se beneficie del árbitro cegato o malintencionado. Esta red de cámaras conectadas a un ordenador central y a una serie de pantallas (Hawk-Eye-Ojo de Halcón), con imágenes en tres dimensiones, va a ser un elemento de consulta definitivo. Los jugadores podrán reclamar hasta dos veces por set y no se considerará reclamación cuando el ordenador le dé la razón al reclamante. Es una forma de avanzar utilizando la tecnología que ya existe y que se ha creado para eso, para utilizarla.

Y, como es típico en estas situaciones novedosas, se ha desatado la polémica y, por ejemplo, mientras el polémico John Mac Enroe salta de alegría por tan importante avance, Marat Safin ha declarado, más o menos, que quien ha impuesto el sistema es un estúpido, basando su fascinante teoría en que se va a perder mucho tiempo. Casualmete, el ruso es uno de los jugadores que más tiempo pierden reclamando y gritando al juez de silla. Y, además, habrá que ver en vivo y en directo si el proceso es lento o rápido antes de juzgar. Lo único que está claro es que será más justo.

Después del tenis, sería bueno que siguiera la estela tecnológica el fútbol, que es el deporte que crea más polémica y que más seguidores arrastra. Pero parece ser que los viejecitos de la FIFA no están por la labor y prefieren un espectáculo (que no deporte) que haga de los estadios recintos no recomendables para la educación de nuestros menores, donde encorbatados de entre semana gritan, insultan y pierden el respeto con una facilidad asombrosa.

Y todo por no utilizar la tecnología.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
24 de Marzo de 2006
Publicado en diario de Noticias (27.MAR.2006)

viernes, 17 de marzo de 2006

EL EJEMPLO DE NADAL

Cuando hablamos de deporte, siempre lo hacemos en clave de resultados. El marcador es importante y sería absurdo olvidar lo que es obvio, que los resultados hacen a un deportista grande o lo sumen en el olvido. Pero las disciplinas deportivas no son íntimas amigas de las matemáticas y, así, quien más trabaja no es necesariamente el que más peldaños asciende en la clasificación, aunque el trabajo colabora en gran medida. Es como lo del dinero y la felicidad.

A Rafa Nadal se le está midiendo, lógicamente, por los resultados. Y aunque éstos respondan a las expectativas y a los deseos de los aficionados, hay otra forma más justa de valorar lo que ha hecho a lo largo de su larga vida deportiva. Y lo de larga vida deportiva, en un chaval con tan corta trayectoria biológica, viene a que la carrera de un tenista que asoma al mundo profesional lleva en su mochila un paquetón enorme de trabajo, alegrías, decepciones, tendinitis, abrazos, sobrecargas, lágrimas y todo lo que podamos imaginar, pero, por encima de todo, trabajo.

Lo que realmente los mayores deberíamos transmitir a los pequeños cuando vemos en la tele a este fenómeno, no es tener un saque o un revés como el de Nadal, sino el empeño por mejorar. No basta con ser habilidoso, coordinado y físicamente fuerte. Lo que importa es tener un espíritu siempre dispuesto a trabajar por conseguir algo más. Esto, que parece globalmente fácil, hay que verlo en el día a día. El día a día de un tenista es, en ocasiones aburrido. Las repeticiones de los gestos técnicos no tienen demasiado atractivo para un chaval que lo que quiere es jugar y divertirse. Por eso la madurez, algo poco común en esas edades, es algo definitivo. Y si a esto le sumamos un entorno discreto, sensato y educado, las posibilidades de triunfo son grandes. Pero no nos equivoquemos; sumar todo esto no es tarea fácil. Por eso llegan unos pocos.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
17 de marzo de 2006
Publicado en Diario de Noticias (19.MAR.2006)

domingo, 12 de febrero de 2006

PATRIOTISMO

El 24 de Abril de 1976, José Angel Iríbar jugaba su último partido con la selección española de fútbol. Y fue el último porque, cuando fue convocado para el siguiente encuentro internacional, el que haría el número 50, el Txopo se negó a representar a un país que no era el suyo porque quería ser consecuente con sus ideas. Iríbar fue el portero más emblemático de la historia de la Liga española junto con Ricardo Zamora. Emblemático y querido. Eran los tiempos en que había peñas del Athletic en todas las ciudades y en muchos pueblos del Estado Español. Desde ese momento, desde esa decisión, Iríbar fue el futbolista más vilipendiado, atacado y odiado por la afición española. Una pena que no entendieran lo que Iríbar estaba tratando de explicar al mundo.

España ha rozado el ridículo en la Copa Davis. Se ha perdido una eliminatoria que, como dicen los pelotazales, no tenía madre. Enfrentar a un país con 12 jugadores entre los 100 primeros de la lista mundial, contra otro cuyo segundo jugador es el 301, parece que no tiene ni color ni interés. Pero España se ha colgado una vez más de una cuerda que no admite bromas y que se rompe cuando se le cuelga mucho peso. Da la impresión de que aquí, cuando llega la convocatoria del equipo nacional, todos tienen prisa por ir al baño o a lavar el coche; el caso es no cruzar la vista con el capitán, no sea que le seleccione.

Este año, la Copa Davis se ha perdido porque los jugadores con más experiencia no han jugado. La gente no sabe si Nadal, Ferrero y Moyá están lesionados o poco motivados o hartos de gastar días de vacaciones con la Federación, su Federación. El caso es que no juegan y la sensación que da este circo es que no quieren jugar. De hecho, Nadal ha sufrido una grave lesión de la que está recuperado y ha vuelto a competir en Marsella el lunes siguiente a la eliminatoria. Parece ser que no podía el chico jugar tres días antes, después de tres meses de paro.

Con el tema de Iríbar se revolvió toda la sociedad porque el vasco dijo lo que pensaba. Pero es que estos deportistas de la raqueta no dicen nada, salvo Moyá, que el año pasado dijo que quería dedicarse a su tenis individual y no jugar con la selección. ¿Se imaginan la que se puede montar si dice eso Cañizares o Raúl? Se lo voy a poner peor: ¿Se imaginan la que se puede montar si dice eso Xabi Alonso u Oleguer? Pues mira por dónde, el futbolista debe ser patriota por encima de todo, de su dinero, de sus lesiones, de sus intereses. Ante todo patriota. Y sin embargo, la grada acepta que el tenista sea patriota sólo cuando tiene tiempo. De locos.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
12 de Febrero de 2006
Publicado en Diario de Noticias (14.FEB.2006)

domingo, 29 de enero de 2006

LA PROCEDENCIA

Hace unos cuatro o cinco años, se disputaba la final del Campeonato de España de Comunidades Autónomas en su categoría infantil masculina. Habían llegado a la última ronda los representantes de Catalunya y Andalucía. Y cuando los capitanes dieron sus alineaciones, se descubrió que en realidad era un Andalucía-Andalucía. Los seis jugadores (tres por equipo) eran nacidos en esa Comunidad. Y es que, en el mundo del deporte, ya no tiene nada que ver la procedencia del deportista porque, al final, el deportista sí que es de donde pace y no de donde nace. Esos tres chavales catalanes de Catalunya eran, en realidad, jugadores que se habían formado en escuelas catalanas porque en su tierra no tenían ni el nivel, ni las facilidades, ni la estructura que encontraron en la tierra que les adoptó.

Se está hablando mucho de Baghdatis, el chipriota que ha llegado a la final del Open de Australia. En realidad, lo único extraño es su procedencia; porque el hecho de que un jugador de 21 años, campeón del mundo junior hace tres años, número 54 de la clasificación ATP y octavofinalista en el Open de Australia 2005, llegue a donde llegó la semana pasada, no es una noticia ni extraña ni curiosa. Quien se crea que este chico ha salido de las 53 pistas que hay en Chipre y de la pobreza tenística de su país, se equivoca de pleno. A los trece años se fue a entrenar a París y allí ha desarrollado su, por otra parte, meritoria carrera. O sea que ha sido producto de la grandeza deportiva de un país como Francia, en donde el tenis basa su economía en los enormes beneficios que anualmente deja Roland Garros.

Seguramente algún romántico se habrá quedado chafado con este descubrimiento, pero es que el deporte actual es así. Sin medios no hay nivel. Y quien no tiene medios en casa debe salir a buscarlos. ¿Quiere algo más? Bueno, pues el sábado se celebró, también en Melbourne, la final Junior y ganó el francés Sidorenko, un ruso cuyo padre emigró hace ya 14 años a Francia buscando la gloria en el balonmano. Los datos consultados no dicen si triunfó o no el padre, pero lo que está claro es que el niño aprovechó el tiempo y los medios que pusieron a su alcance los galos.

Es una pena no poder contar que Baghdatis vivía en una casita humilde en la bahía chipriota de Morphou y que su papá le colocaba una red vieja en el jardín y que el niño progresó a base de sacrificio sin medios. Es una pena, pero la historia no es esa. En los tiempos que corren y para destacar en el deporte, es necesario tener algo más que talento. Y de la procedencia, nada de nada.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
29 de Enero de 2006
Publicado en Diario de Noticias (31.ENE.2006)

sábado, 21 de enero de 2006

LESIONES

Ya nos vamos acostumbrando a las ausencias en los grandes torneos. No hay semana en la que no haya bajas por lesión. Las lesiones, que son algo inherente al deporte, se están haciendo un hueco tan importante en el mundo del tenis que ya parece como si formaran parte de la familia. En la recta final del 2005, asistimos a un Master (el torneo que acoge a los ocho mejores del año), tan descafeinado que daba ganas de mirar hacia otro lado. A esta fiesta final del tenis faltaron Hewitt, Roddick, Safin y Nadal. Y para colmo, Agassi se lesionó en primera ronda, Siempre nos podemos agarrar al consuelo de que queda un cuadro más abierto... pero eso hay que explicárselo a quien ha ido hasta Shangai y ha comprado la entrada.

Ahora, primeros de 2006, asistimos a un Open de Australia sin Nadal, Agassi ni Safin, o sea, sin la promesa meteórica más importante de la historia del tenis, sin el veterano más valorado desde los tiempos de Connors y sin uno de los tenistas más puros de la actualidad.
Tres de los jugadores más atractivos del circuito fuera del primer Gran Slam del año. Están lesionados a consecuencia de los esfuerzos del año pasado y es que Australia pilla a contrapié a muchos jugadores que no han tenido casi tiempo de llevar a cabo su período de descanso y su pretemporada.

El deporte es cada vez más exigente. La generosidad del deportista choca con la intransigencia del público, del directivo, del sponsor y, en general, de todo lo que le rodea. Todo el entorno quiere ver competir al deportista en todos los escenarios y en todas las fechas; pero el protagonista debe dosificar el esfuerzo porque, a no ser de que tenga el cerebro mal colocado, debe darse cuenta de que si el negocio no funciona, ni el público, ni el directivo, ni el sponsor van a dar nada por él. Simplemente, van a ir a buscar a otro.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
21 de Enero de 2006
Publicado en Diario de Noticias (22.ENE.2006)