lunes, 23 de octubre de 2006

FEDERER-NADAL, SEGÚN CONNORS

Jimmy Connors, que lo fue todo en el mundo del tenis, establecía el otro día la diferencia entre los dos monstruos del tenis mundial actual. Decía que Federer es la perfección y tenía toda la razón, porque es el Sampras de este tiempo. Un hombre con todo lo que tiene el artista auténtico en el escenario de la pista, en el escaparate universal donde hay que demostrar lo que realmente eres, o sea, lo que has aprendido en la vida, desde lo técnico hasta lo humano. Y decía el americano que Nadal es un hombre que emociona. También es verdad. Nadal es un atleta que transmite unas sensaciones extrañas a quien le ve dejar la vida en cada momento. Parece como si cada punto fuera el último punto de su vida, y eso tiene mucho mérito.

Federer ha ganado en Madrid sin perder un set en todo el torneo. Su calidad técnica es algo que asusta. Uno recuerda la perfección competitiva de Mónica Seles, antes del atentado que tiró por los suelos su carrera, y lo compara porque parecía que nadie podría destronar a una jugadora que jugaba sus dos golpes de fondo a dos manos y que tenía tal fuerza física y mental que daba la impresión de que intentaba asesinar a su contraria en cada golpe. Federer sólo se parece a la Seles en su facilidad para ganar a todo lo que se le pone delante.

La gente sigue intentando comparar a Nadal y Federer como si fuera tan fácil. El mallorquín es un jugador con limitaciones, al menos hasta el momento. Basa en su físico (especialmente en su tren superior) lo que le da esa velocidad tremenda a la pelota y al efecto que ésta toma al salir de su cordaje para arrollar a un contrario que tan sólo quiere devolver esa cosa amarilla como puede. Y Federer es la calidad por encima de todo. No tiene agujeros, no baja su rendimiento en ningún momento, parece como si no sufriera nunca y, además, no transmite ni frío ni calor, no sabemos si porque no lo padece o porque nos oculta todo detrás de esas cejas tan juntas y esa boca tan rara. No se puede comparar. Y lo siento por los aficionados españoles que vibran con Nadal y quieren pensar que lo suyo es lo mejor. Lo siento, créanme. Federer es el número uno indiscutible. Otra cosa es que en ciertos momentos, en cierta superficie y en ciertas circunstancias, Nadal se ponga por encima. No utilicemos el patrioterismo para juzgar el nivel.

Federer y Nadal, Nadal y Federer están en el Circuito, como decía Connors, para lo que están, cada uno en su sitio y aportando a la grada lo que cada uno sabe hacer. Y lo que aportan, ni más ni menos y hablando de dos deportistas que rozan la perfección, es eso, uno la perfección y el otro la posibilidad de llegar a emocionar.

Connors, que es uno de los sabios del tenis de siempre, aportó al mundo el mejor tenis en sus momentos de gloria. Ahora aporta su cordura, juzgando a los dos quasiperfectos, y dejando su sello en una entrevista que, no nos olvidemos, se celebró en Madrid.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
23 de octubre de 2006
Publicado en Diariod de Noticias (27.OCT.2006)

sábado, 21 de octubre de 2006

EL SEÑOR GOÑI

Uno llega a dudar de si realmente aquello de “nadie es imprescindible” es cierto o no. En los clubs deportivos de los años sesenta había personajes que rompían ese dicho de forma demoledora porque eran todo dentro de un recinto en el que sólo se exigía que las piscinas tuvieran agua y que el bar no fuera muy caro. El conserje, esa figura que, desgraciadamente, va desapareciendo, era quien mandaba, gritaba, exigía, aconsejaba, recibía, despedía, pagaba, llamaba, vigilaba, en fin, era como una plantilla entera dentro de un solo cuerpo. ¿Cómo iba a pensar un conserje de aquellos que a la vuelta de unos pocos años iba a haber asesores, directores, comités de empresa, especialistas en comunicación, encargados de riesgos laborales y mucho más?

Parece que Jesús Goñi, el señor Goñi, se ha ido para siempre. Y digo parece porque los que ya no vamos a cumplir los cuarenta lo tenemos tan mitificado que es difícil separar rincones e historias del Club Tenis Pamplona de la figura de Jesús Goñi, el señor Goñi. Y es que este hombre, que se incorporó al Club el año 50, lo fue todo. Sí, sí, todo. Comenzó su carrera como conserje de los de antes, o sea, viviendo dentro del Club; luego fue jefe de personal, aunque no hacía falta nombramiento porque siempre fue, de una manera u otra, el jefe. Más tarde pasó a Director Deportivo y, al final, a Gerente. Toda una trayectoria.

Jesús Goñi, el señor Goñi, era un poco Caravinagre, la verdad. Gritaba a todas horas y se cabreaba hasta con su sombra. Era la faceta más conocida de este personaje. Pero los muchos que tuvimos el privilegio de conocerle de cerca disfrutamos de él como del mejor de los amigos. Un jugador de principio de los 70 decía siempre que el señor Goñi no era el Director Deportivo, sino el padre deportivo. Y es que, a parte de todas las facetas antedichas, Jesús Goñi, el señor Goñi, nos aconsejaba a pie de pista a los infantiles como si de un capitán de Copa Davis se tratara, nos acompañaba cuando jugábamos fuera de Pamplona, nos encordaba las raquetas y nos cobraba de vez en cuando, nos enseñaba a mentir en el mus, nos mimaba, nos quería… Como digo, un privilegio.

Jesús Goñi, el señor Goñi, el último conserje, el último hombre-todo, se ha ido a descansar. Pues que descanses, Jesús; y que, si como dicen muchos, hay algo después de esto, nos veamos, si es posible, con una raqueta en la mano.

Agur, señor Goñi.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador del Club Tenis Pamplona
21 de octubre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (22.OCT.2006)

martes, 10 de octubre de 2006

LAS RECOGEPELOTAS

El deporte, a veces y afortunadamente, eclipsa todo aquello que nos preocupa en esta nuestra sociedad. Guerras, estafas, violencia de género, prevaricaciones, atentados, violaciones de cualquier tipo… todo se oculta de repente bajo el manto mágico de un Mundial de fútbol, un Tour de Francia o la final del Manomanista. En ocasiones, uno se avergüenza de su condición de humano cuando unos millonarios de corto son capaces de ocultar durante unos días que, por ejemplo, hay gente que muere a diario porque no tiene nada que llevarse a la boca.

La segunda semana de Noviembre se celebrará en Madrid el torneo más importante del año en suelo español y uno de los nueve grandes a nivel mundial. Uno que, por razones personales, no ha leído demasiado en las últimas fechas, se da cuenta de que lo único que ha visto, por ahora, es el eclipse total de las chicas recogepelotas. El que venga o no Federer para garantizar el espectáculo, el que Moyá sea invitado por la organización o los millones que se van a repartir los jugadores parece algo accesorio. Noticias como que otro año más va a haber recogepelotas femeninas (jodé que expresión!), que el escote parece que va a ser el mismo que el de la última edición y que, según dicen, este año van a ir vestidas de colegialas, han ocupado las páginas de deportes pasando olímpicamente, y nunca mejor dicho, de lo que realmente interesa: el nivel del torneo.

Todo esto que ha aparecido en la prensa escrita, ha sido aderezado con imágenes realmente definitivas. En un telediario, la presentación del torneo con Rafa Nadal rodeado, lógicamente, de sus chicas recogepelotas (otra expresión!), y en otro, las chicas entrenando los movimientos, cómo tienen que coger las pelotas (y otra!), cómo deben lanzarlas, cuándo deben salir o entrar, en fin un despropósito total adornado por varias de las protagonistas que corren todavía sobre los talones y con los brazos caídos, que no saben coger una pelota al vuelo y que para lanzarla a un punto se las ven y se las desean. Pero tienen cuerpos de notable alto, o sea, todo todo en su sitio.

Y mientras tanto, famosos, caraduras, directivos de palco y puro, futbolistas y un sinfín de abrazafarolas diciendo a los amigos que van a ver tenis. Qué pena!


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
10 de Octubre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (11.OCT.2006)