domingo, 28 de enero de 2007

LA PERFECCIÓN

Hay ocasiones en las que uno se sienta delante del teclado para escribir sobre un tema y acaba hablando de otro. No es lo normal, pero suele ocurrir. Esto pasa porque, dentro del tema a tratar, aparece quien destaca tanto, tanto, que eclipsa a todo lo demás. Cuando aparece ese elemento, todo se vuelve secundario, sin apenas importancia.

Quien suscribe estaba dispuesto a comentar el Open de Australia como algo ajeno al nivel técnico exhibido por los protagonistas, los jugadores. Iba a decir que el australiano es el torneo de Gran Slam más desconocido por estos pagos, debido a que está físicamente lejos, a que nos pilla en plena cuesta de enero o a que ningún español lo ha ganado. También pensaba resaltar la organización tan grata para los jugadores y entrenadores, con sus rápidos traslados hotel-club-hotel y la gran variedad de comidas de todo el mundo que presenta el restaurante del hotel oficial para que todos se sientan casi como en casa. Y además, iba a resaltar la lucha de la organización contra el calor, haciendo de este campeonato el único del mundo con dos pistas centrales de techo retráctil. Incluso podría haber comentado el hecho de que una mujer ha dirigido la final de hombres, algo que en estos tiempos ya no debería ser noticia, pero que lo es.

Pero quien suscribe no puede resaltar todo eso tan secundario cuando nos encontramos ante la figura de Roger Federer. El suizo se ha ido devorando uno a uno a todo el que se le ha puesto por delante en estas dos últimas semanas. Parece como si hubiéramos llegado al tenis perfecto, ese tenis que ya nadie puede superar. Uno confiesa que, en su día, creía haber llegado a ese punto viendo jugar a Pete Sampras, pero ahora es el momento de reconocer lo que vemos, que estamos ante el jugador más completo de todos los tiempos.

Federer es un hombre que tiene todos los golpes. Su saque es de lo mejor del Circuito, su revés liftado a una mano es maravilloso, así como su poderosa derecha. Resta muy bien, volea, es rápido, resistente, acelera sus golpes como nadie, pasa de la defensa al ataque con un solo golpe… tiene todo. El domingo, en la final contra el chileno González, obsequió al público con dos passings ¡a bote pronto!

Nadie sabe dónde está el tope del tenis, dónde está la perfección, dónde está ese techo que no se puede mejorar. Lo único que está claro es que en la actualidad, Federer es el techo. Y si es el indiscutible número uno en lo técnico, parece que también está entre los mejores a nivel humano. Hacía tiempo que uno no veía a un famoso firmar un autógrafo a un aficionado y mirarle a los ojos, o levantarse de la silla para saludar a un miembro de la organización tras la final. Esto, que parece que debiera ser lo normal, no se ve habitualmente. Por eso, cuando a un niño se le explica cómo debe ser un tenista, no sólo hay que hablarle del saque o del revés, sino de qué tipo de persona tiene que llegar a ser. Y si no lo entiende, no hay que preocuparse, porque vídeos y reportajes sobre Federer hay en muchas tiendas.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
28 de enero de 2007
Publicado en Diario de Noticias (30.ENE.07)