martes, 12 de agosto de 2008

NÚMERO 1

Hace años decía Serrat aquello de que todo pasa y todo queda. Pero la verdad es que, en todos los ámbitos de la vida, vemos las cosas pasar a una gran velocidad y los humanos, que somos la mayoría torpes, no mantenemos aquello que queda detrás de una gran hazaña, un gran personaje o un ejemplo de perfección. Somos así de olvidadizos y sólo pensamos en lo que vemos, en el sabor del momento y en eso tan importante que nos hace olvidar todo lo pasado, por muy bueno que haya sido.

Rafael Nadal ya es número uno. En España todo el mundo es feliz por tan relevante acontecimiento y porque era lo que se deseaba desde hacía ya demasiado tiempo. Nadal no era número uno porque Federer acumulaba más puntos en las últimas 52 semanas. La clasificación de la Asociación del Tenis Profesional (ATP) es así. Para quien no lo sepa, este ranking aparece cada lunes. En él se refleja lo que cada jugador ha hecho en el último año, de tal forma que si un jugador ha ganado, por ejemplo, el Godó el año pasado y en éste no ha pasado de primera ronda, baja muchos puntos, porque se le anulan los del año pasado y se le suman los de éste. De ahí viene la expresión “defender puntos”. Quien hace un buen año, debe andar muy fino en el siguiente para mantener o mejorar una clasificación que es, como mínimo, cruel.

Seguramente Nadal no llegará a estar cuatro años y medio en la cúspide, pero nos hará disfrutar a todos. Probablemente no se estudiará en los textos técnicos su juego como el ejemplo a seguir, pero habrá mucha gente vibrando a su lado. Y quizá algún día se hable de él como aquello a lo que debe aspirar un deportista, a ser un campeón del tesón, del trabajo y de la humildad. Es grande hablar de Nadal en este momento de gloria y gozar de sus passings, sus aces y sus winners, porque no hay sensación más placentera en el deporte que ver ganar a quien tú quieres que gane.

Serrat tenía razón. Siempre debe quedar aquello de lo que se ha disfrutado, aunque la mayoría no lo entienda. El momento de Nadal es muy brillante, pero, reconozcámoslo, el pasado de Federer ha sido increíble. Uno que pensaba que Borg iba a ser lo máximo y que luego pensó que nadie iba a ser mejor que Lendl y, al final, encumbró definitivamente a Pete Sampras, reconoce que a todos ellos les ha superado, y con diferencia, Roger Federer.

A Federer hay que respetarle porque ha sido el mejor dentro de la pista y uno de los mejores fuera y porque, entre otras cosas, si no se aburre del tenis como le pasó a Bjorn Borg, volverá a ser el número uno.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
12 de Agosto de 2008
Publicado en Diario de Noticias (14.AGO.2008)