jueves, 29 de octubre de 2009

OBÉLIX

Decía René Goscinny que la adea gala de Astérix era irreductible y que los romanos, por más que se prepararan para aplastarlos, no tenían nada que hacer. Por muchas argucias que empleaban, estrategias que se inventaban y materiales que renovaban, siempre salían derrotados. Y es que los galos sabían explotar sus dos únicas armas: la pócima mágica y su ilimitada unidad. Al final todos los capítulos tenían el mismo final, todos cantando, comiendo y bebiendo y Obélix diciendo aquello de “estos romanos están majaretas”.

El equipo del Club Tenis Pamplona ha vuelto a ser irreductible y resiste a la política de fichajes y dinero que emplean casi todos los clubs de su categoría. Son dieciocho años consecutivos en la segunda categoría nacional, a punto muchas veces de caer al pozo de la tercera. Este equipo, cuyo carburante es exclusivamente el trabajo y la ilusión, una vez más ha conseguido lo que parece un milagro: salvar la categoría con jugadores fabricados en su Escuela y sin desembolsar un euro. La filosofía de este Club es muy clara y se basa en facilitar a los jugadores todo lo necesario para competir siempre que el trabajo de cada uno sea honesto. Hasta ahí llega el Club. Y es por eso por lo que parece que estos maestros en ilusionar al personal, sirven de referencia a los que empiezan, a esos niños que tienen una ilusión tremenda por ser de mayores como Eduardo o Kintxo o Álvaro o cualquiera del equipo. Ese es el equipaje que lleva siempre esta gente, una carga que pesa pero que se lleva con gusto.

Uno no acaba de entender la política de la mayoría de los clubs, que por mantener un equipo en segunda, son capaces de pagar a gente que juega una vez al año con el equipo y que, en la mayoría de las ocasiones, los socios (que son los que pagan) ni los ven. Parece una locura anteponer la inversión en jugadores que para nada sienten los colores, al trabajo de las escuelas que buscan simplemente hacer buenas personas practicando deporte y sin dramatizar los ascensos y descensos. Pero es, ni más ni menos, lo que hay.

Goscinny se inventó una película que se repite en la sociedad día a día. Mucha gente resiste y resiste hasta el final, hasta que puede, hasta que los demás le dejan. El equipo del Club Tenis Pamplona es, hasta el momento, como la aldea gala, irreductible. Y a uno le da por pensar que si en la alineación, en lugar de Eduardo o Kintxo o Álvaro o cualquiera del equipo, estuvieran Astérix, Asurancetúrix o Abraracúrcix, Obélix, que siempre estaría en el banquillo, no haría más que repetir aquello de “estos españoles están majaretas”.


JOSE MARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
29 de Octubre de 2009
Publicado en Diario de Noticias (3.NOV.2009)