domingo, 31 de enero de 2010

EL MEJOR

Sería difícil explicar por qué no gana el mejor. Sería más o menos como intentar razonar que un socialista no es de izquierdas o que el Nobel de la Paz no se lo dan a un pacifista. En todos los ámbitos de la vida es bueno que el mejor, el que más méritos contrae, el que mejor lo hace, se coloque por delante de los demás y , además, con claridad. ¿Cómo le podemos explicar a un niño que hace dos o tres años el Barça, jugando infinitamente mejor que todos los demás, no fue campeón de Liga?

Roger Federer, una vez más, ha sido el mejor. La calidad del suizo hace que sea un jugador sin fundamentos tácticos y que lo único que hace es pegar fuerte a la pelota y destruir así al contrario. La facilidad que tiene para el tenis, su coordinación, su físico y su técnica, hacen de él un jugador perfecto, al que no le hace falta preparar tácticamente los partidos porque le basta con salir y pegar palos.

Durante el Open de Australia, Federer ha perdido sólo dos sets (contra Andreev en primera ronda y contra Davydenko) y en la final cedió lo mínimo. Contra Murray se exhibió, haciendo un tenis de libro y aprovechando las oportunidades que el escocés le dio para, por ejemplo, romperle el servicio. Pero lo que verdaderamente llamó la atención fue el momento en el que sacó el catálogo de golpes y lo mostró a todo el mundo, especialmente al individuo de enfrente. En la final sacó, voleó, destruyó a su contrario haciéndole correr más que él, abrió ángulos para que Murray se estampara contra el público, le hizo dejadas, jugó a bote pronto en muchas ocasiones y, sobre todo y ese es uno de las grandes virtudes de Federer, pasó de situaciones de defensa al ataque con un solo golpe en multitud de ocasiones.

Y para los que están ya aburridos de ver a este hombre siempre ahí arriba e intentan quitarle mérito, decirles que les guste o no, Roger Federer sólo ha faltado desde Wimbledon 2005 a una final de Grand Slam (Australia 2008). El palmarés está ahí y va a seguir creciendo.

Federer ha sido el mejor en Australia y por eso ha ganado. Sería absurdo que por pequeños detalles o por mala suerte, quien demuestra al mundo que es el mejor no fuera en este momento campeón. Sería absurdo que el Barça no ganara todo lo ganable con lo bien que juega al fútbol. Sería, efectivamente, como decir que un socialista no es de izquierdas. Y lo del Nobel de la Paz, si les parece, lo dejamos para otro día.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
31 de enero de 2010