miércoles, 17 de septiembre de 2014

ÁLVARO



Hay tenistas que no deberían morir. En todas las épocas ha habido jugadores que enamoran de tal forma al público que éste arde en deseos de que siempre gane el mismo. En los tiempos que corren parece como que a nadie le importa que no gane su favorito siempre que sea Roger Federer el verdugo. Hay aficionados que odian el patrón de juego de Nadal, otros no soportan a Djokovic, otros a Murray o a Wawrinka, pero cuando gana Federer parece como que toda la gente, sea de uno o de otro, sonríe.
En los años 70 y primeros de los 80 pasó lo mismo con Borg, el sueco querido por todos, que ganó en siete años seis Roland Garros y cinco Wimbledon. Sus enemigos, Connors, Nastase, Orantes, Mac Enroe o Vilas eran amados u odiados, según. Pero Borg era la perfección, la elegancia, la humildad. Todos sonreían cuando él ganaba.
Álvaro Fernández ha ganado su primer Campeonato Navarro Absoluto. Después de muchas ediciones topándose en el camino con Sanz y Alcalde, ha logrado el objetivo… y los aficionados parece que también. Y es que Álvaro es un campeón humilde, un jugador que se preocupa de los compañeros, de los que le rodean  y que es simpático y agradable con todo el mundo. Álvaro empezó muy pequeño con esto de la raqueta. No tuvo entrenadores particulares como muchos de su entorno, ni se preocupó de viajar a torneos, ni le obsesionó nunca ser el mejor. Sin duda, sus padres le enseñaron lo que es la vida, lo que realmente importa que, en el fondo, se resume en llegar a ser una buena persona.
El juego de Álvaro se basa en una potente derecha, un buen saque y una lucha sin desfallecimiento. Sin duda, tres características que le llevan al nivel en el que se encuentra. Ahora ha encontrado su momento de esplendor, con un juego más agresivo del que habitualmente exhibe y con una cabeza que ha llegado a un punto de maduración notable. La tarea que le espera es mantener estas constantes y, mientras el cuerpo aguante, seguir disfrutando del tenis, su objetivo primordial.
Durante la semana del Campeonato Navarro todo eran cábalas, pronósticos, favoritos y rivalidades. Como pasa siempre, cada uno quiere que gane el suyo. Y como pasaba en los años 70 y primeros de los 80 con Borg, y tal y como pasa ahora con Federer, cuando Álvaro ganó su match ball, a pesar de los deseos de cada uno, quien más quien menos… todo el mundo sonrió.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
17 de septiembre de 2014
Publicado en Diario de Noticias (18.SEP.2014)


miércoles, 2 de julio de 2014

MARTA



No es ningún secreto que hay deportistas que creen que son el centro del mundo, personas que miran por encima del hombro al resto de los mortales, individuos que piensan que son más que los demás. Y no saben que la única diferencia es que hacen un deporte mejor que los que le rodean. Y nada más.

Marta Sexmilo acaba de ser semifinalista en el Campeonato de España de tenis de su categoría. Aunque no ha ganado, se ha llevado todos los laureles locales, todos los halagos y toda la admiración de los de casa, porque todo el mundo sabe que no es fácil alcanzar esos niveles y que hay que trabajar muy duro para llegar hasta ahí. Marta juega, saluda a todo el que se le acerca, atiende con máxima educación a periodistas y fotógrafos, habla con los recogepelotas, con los pisteros, colabora con la Organización del torneo y sonríe a todas horas. Desde la estructura organizativa de un torneo, es un placer tener deportistas con este talante basado en la humildad, la educación y, sobre todo, la generosidad.

Cuando vemos un deportista con estas características, debemos fijarnos más en los valores que en el nivel técnico. Y es que el nivel técnico se consigue a base de horas, repeticiones, sudor y, en resumen,  sufrimiento; pero el nivel humano no se entrena, se alcanza por otras vías como la observación, la imitación de los mejores o, simplemente, los genes.

Tras esta dura semana, Marta no ha salido campeona, ni siquiera finalista, pero ha dado lecciones diarias de saber estar y de no ser más que nadie. Ojalá todos esos críos que le han visto competir se fijen menos en el revés, la volea o el saque, y más en lo importante, en cómo debe ser un campeón de verdad, un campeón con mayúsculas, un campeón, en resumen, que no quiera ser el centro del mundo, ni mire por encima del hombro ni piense que es más que los demás. Al fin y al cabo, el tenis, el deporte en general, es una escuela de vida.

JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
2 de Julio de 2014
Publicado en Diario de Noticias (3.JUL.2014)


martes, 6 de mayo de 2014

FINALES



Fue Alfredo Di Stefano quien dijo aquello de que “las finales no se juegan… se ganan”. Y es que lo contrario es como llegar a la orilla y ahogarse por no tener ese impulso final. También hay otra forma de hablar sobre las finales: “si no ganas no te preocupes; hasta aquí sólo llegan dos”. Son formas de ver la vida, aunque Di Stefano sólo tuviera una.

Da la impresión de que Roland Garros va a ser como una final para Rafa Nadal. Ya nadie piensa que el mallorquín es imbatible, se hacen cábalas y se duda sobre cuánto va a durar ahí arriba. Y para estar ahí arriba no vale con hacer un buen torneo: hay que ganarlo. El verdadero test de Nadal no va a ser el show-torneo de Madrid. La prueba del algodón la va a pasar, sin ninguna duda, en París. Ahí es donde Rafa ha triunfado, donde se siente bien y donde demuestra al resto de los mortales lo que sabe hacer. Sin querer ser como muchos periodistas, entrenadores, ciudadanos, aficionados y agoreros en general que nos rodean y que sólo contemplan en el deporte la gloria o el fracaso, uno piensa que si Nadal no triunfa en París, ya no volverá a hacerlo. No hay nada que lo demuestre, pero el desgaste del campeón español es evidente; aunque, también hay que decirlo, sólo los de su entorno saben con exactitud en qué momento se encuentra y si tiene fuerzas para sequir al ritmo de estos últimos diez años. De cualquier forma, esto no tiene buena pinta porque antes las derrotas se basaban en lesiones, algo contra lo que no se puede luchar; pero es que ahora el motivo, según parece, es la concentración, y eso ya no huele bien.

Si algo distinto va a tener este año Roland Garros es la incertidumbre. Ya no hay valores seguros y eso es bueno para cualquier competición, para seguirla, para verla o para vivirla. Por eso, habrá que acordarse de Di Stefano cuando el torneo de París eche a andar y veamos a Nadal sufrir o no, jugar bien o no, disfrutar de su tenis o no. Aunque lo mejor sería no acordarnos del argentino, que ya tiene bastante con su equipo blanco.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis

6 de Mayo de 2014

domingo, 2 de febrero de 2014

LA VIDA DEL DEPORTISTA (a propósito de la Copa Davis)



¿Debe un deportista representar a su país cuando se le convoca? ¿Tiene obligaciones con su federación nacional? ¿Puede negarse a defender los colores patrios? La respuesta a estas preguntas es bien sencilla: un deportista puede hacer con su vida deportiva lo que le dé la gana, que para eso es suya. Lo que ocurre es que en el Estado Español, y salvo en el caso del Tenis, estamos acostumbrados  a situaciones en las que, si un deportista se niega a acudir con la selección nacional , es denostado, despreciado, vilipendiado e insultado. Y ya si es vasco o catalán, casi, casi apedreado en la plaza pública

España no sólo ha perdido la primera ronda de Copa Davis. Ha hecho el ridículo en una eliminatoria que era ganable a todas luces. Pero es que la alineación presentada ha hecho tirar por tierra todo el prestigio ganado en los últimos años. Un equipo en el que podían estar jugadores como Nadal, Ferrer, Almagro y Robredo (todos ellos entre los 17 primeros ATP) se ha nutrido de jugadores de los que nadie esperaba nada. Y la verdad es que nadie se ha equivocado.

La Copa Davis es el sostén de la economía de la Real Federación Española de Tenis (RFET), de tal forma que el año en que se van ganando eliminatorias y toca jugar en casa, es un año de bonanza. Se hace caja por espectadores, por merchandaising, por el canon que se cobra a la ciudad organizadora, etc. Así que este año habrá que apretarse el cinturón. Y es que da la sensación de que, en muchas ocasiones, cuando el capitán del equipo mira a los ojos a los jugadores para decirles que les convoca, uno mira para el otro lado, otro dice que tiene dentista, otro se va a lavar el coche… y así no se puede hacer carrera.

Desde fuera da la sensación de que la RFET no tiene la fuerza que tenía antes sobre los jugadores. Seguramente tiene algo que ver el tener un presidente, según dicen, debilitado y desgastado. El hecho en sí es que una federación como la española no puede jugar en esas condiciones. Pero es que ahí no acaba la cosa, porque los jugadores que representan a España en la Copa Davis se llevan una parte importante de los pocos billetes que entran en la caja fuerte de la RFET. Y mientras tanto, los clubs que organizan torneos para esa Federación (por ejemplo, el Club Tenis Pamplona que organizará en Junio, por segundo año consecutivo, el Campeonato de España Junior), reciben una especie de propina que sólo puede servir para lavar las conciencias de directivos de palco y puro. Ah, por cierto, este año la propina ha sufrido un recorte de algo más del 25%.

La vida del deportista es suya y nadie puede dirigirla más que él mismo y su entorno. Pero en el caso que nos ocupa, no se sabe si el deportista o los directivos, tienen que tener en cuenta que el tenis de los débiles, de los clubs, de los que necesitan ayuda, depende de la utilización de unas pocas fechas al año de estos deportistas. Y esto hay que saber gestionarlo porque es algo que lo entiende cualquiera. Hasta el mismo deportista. Aunque sea vasco o catalán.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
2 de Febrero de 2014
Publicado en Diario de Noticias (04.FEB.2014)