miércoles, 27 de diciembre de 2006

¿ABURRIDO?

Que el ser humano se aburra de las guerras, de las dictaduras, del hambre en el mundo o de los precios de los pisos, es normal. Nos aburre todo lo que es repetitivo y negativo a la vez. Pero también sucede que ese mismo ser humano se aburre de lo bueno y espectacular porque, simplemente, se habitúa a tenerlo tan cerca que le resta valor en cuanto puede.

Roger Federer, el número uno hasta no sabemos cuándo, ha ganado casi todo lo ganable en 2006. De los cuatro Grand Slam triunfó en tres (Australia, Wimbledon, US Open) y fue subcampeón en el cuarto (Roland Garros). Y de los nueve grandes (Tennis Master Series) llegó a seis finales y, además, se llevó el Masters. Casi nada. ¿Es o no aburrido? Uno entiende que para los suecos, argentinos o japoneses, puede ser aburrido; pero también es cierto que los suizos deben estar disfrutando hasta llegar a límites insospechados.

Prueba de que lo bueno puede aburrir es el hecho de que los vecinos franceses casi nos llegaron a odiar cuando Miguel Induráin no hacía más que ganar y ganar y vestirse de amarillo a diario y humillar a todos en las contrarreloj y pegarse al culo de los mejores escaladores… Pero siendo navarro o vasco o español, la situación era muy divertida.

A mediados de Enero comenzará el Open de Australia, primer grande de la temporada y con la pretemporada recién acabada. Y parece que Federer empezará a ¿aburrir? otra vez a todos menos a los suizos. De cualquier forma, quien entienda el deporte como tal se alegrará de poder saborear tantas y tantas tardes el nivel deportivo de esta especie de extraterrestre y deseará que no se jubile jamás. Porque quien entiende el deporte como tal sabe distinguir lo bueno y lo malo sin meterse en colores ni orígenes; y este próximo año volverá a vibrar con la técnica, la fuerza, el control y la personalidad de Federer. Aunque, por qué no, a quien entiende el deporte como tal, tampoco le habría importado que Federer hubiera nacido en Villaba.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
27 de Diciembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (29.DIC.2006)

domingo, 3 de diciembre de 2006

ARGENTINOS

Hay cosas que se quedan en la retina de las que es difícil abstraerse. Los humanos tenemos esa capacidad de curiosear en lo que hacen los demás y alegrarnos, entristecernos o, simplemente, extrañarnos de lo que vemos.

El Rusia-Argentina ha tenido cosas curiosas. Un equipo, Argentina, en el que no se habla la mitad con la otra mitad por problemas de alineación. Un capitán ruso, que tiene más o menos la edad y la tipología de Yeltsin, al que nadie le hace ni caso; es como si no estuviera, como si no sirviera ni para dar las toallas y el agua, alguien totalmente ignorado por los jugadores. Un jugador, Safin (por cierto, ¿no hay nadie que le aconseje que se afeite?) que ha estado tres días con una cara de cabreo, aún ganando, que no la firmaría ni el mismísimo Adriansens ni Miguel Sanz en precampaña. Una superficie en la que la pelota no bota, simplemente es escupida, y que se asemeja más a una pista de hielo que a una de tenis. Y un sistema de consulta, el Ojo de Halcón, que esperemos lo hayan visto los viejecitos de la FIFA y reaccionen.

Confieso que he sentido tristeza al ver perder de esta forma a Argentina. Argentina es un país que tenía hambre de títulos desde que se jubilaron Guillermo Vilas y José Luis Clerc. Y es que, de pronto, han aparecido en los Rankings ATP una serie de jugadores que expresan claramente el buen momento que atraviesan. En la última clasificación (27:NOV.06) hay nueve jugadores argentinos en los 100 primeros puestos. Y, además, tienen más allá del 100 a jugadores en horas bajas que remontarán, como Coria, Cañas o Zabaleta.

Y además, uno piensa que Argentina, que es un país vibrante en las alegrías y en las penas, necesitaba la victoria. Los ciudadanos argentinos han padecido tantas desgracias en los últimos años, que hace pensar que, por lo menos, se podrían haber alimentado temporalmente de un éxito propio, algo que no les hubiera podido arrebatar ni políticos, ni militares, ni banqueros. Algo con lo que poder alimentar su orgullo.

En la Davis Cup 2007, es probable un enfrentamiento España-Argentina en semifinales y, a buen seguro, cambiará todo la puesta en escena que hemos visto en la final de este año. Viendo las cosas tal y como son, el equipo español, aunque lo fue en otros tiempos, no es un equipo dividido; todo lo contrario. Tampoco Emilio Sánchez Vicario tiene la tipología ni la edad de Yeltsin y, además, los jugadores le miran a los ojos. Y Nadal no tiene el carácter de Adriansens ni de los políticos nerviosos. Y los argentinos que hagan lo que puedan.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
3 de Diciembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (05.DIC.2006)