domingo, 3 de diciembre de 2006

ARGENTINOS

Hay cosas que se quedan en la retina de las que es difícil abstraerse. Los humanos tenemos esa capacidad de curiosear en lo que hacen los demás y alegrarnos, entristecernos o, simplemente, extrañarnos de lo que vemos.

El Rusia-Argentina ha tenido cosas curiosas. Un equipo, Argentina, en el que no se habla la mitad con la otra mitad por problemas de alineación. Un capitán ruso, que tiene más o menos la edad y la tipología de Yeltsin, al que nadie le hace ni caso; es como si no estuviera, como si no sirviera ni para dar las toallas y el agua, alguien totalmente ignorado por los jugadores. Un jugador, Safin (por cierto, ¿no hay nadie que le aconseje que se afeite?) que ha estado tres días con una cara de cabreo, aún ganando, que no la firmaría ni el mismísimo Adriansens ni Miguel Sanz en precampaña. Una superficie en la que la pelota no bota, simplemente es escupida, y que se asemeja más a una pista de hielo que a una de tenis. Y un sistema de consulta, el Ojo de Halcón, que esperemos lo hayan visto los viejecitos de la FIFA y reaccionen.

Confieso que he sentido tristeza al ver perder de esta forma a Argentina. Argentina es un país que tenía hambre de títulos desde que se jubilaron Guillermo Vilas y José Luis Clerc. Y es que, de pronto, han aparecido en los Rankings ATP una serie de jugadores que expresan claramente el buen momento que atraviesan. En la última clasificación (27:NOV.06) hay nueve jugadores argentinos en los 100 primeros puestos. Y, además, tienen más allá del 100 a jugadores en horas bajas que remontarán, como Coria, Cañas o Zabaleta.

Y además, uno piensa que Argentina, que es un país vibrante en las alegrías y en las penas, necesitaba la victoria. Los ciudadanos argentinos han padecido tantas desgracias en los últimos años, que hace pensar que, por lo menos, se podrían haber alimentado temporalmente de un éxito propio, algo que no les hubiera podido arrebatar ni políticos, ni militares, ni banqueros. Algo con lo que poder alimentar su orgullo.

En la Davis Cup 2007, es probable un enfrentamiento España-Argentina en semifinales y, a buen seguro, cambiará todo la puesta en escena que hemos visto en la final de este año. Viendo las cosas tal y como son, el equipo español, aunque lo fue en otros tiempos, no es un equipo dividido; todo lo contrario. Tampoco Emilio Sánchez Vicario tiene la tipología ni la edad de Yeltsin y, además, los jugadores le miran a los ojos. Y Nadal no tiene el carácter de Adriansens ni de los políticos nerviosos. Y los argentinos que hagan lo que puedan.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
3 de Diciembre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (05.DIC.2006)

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