martes, 10 de octubre de 2006

LAS RECOGEPELOTAS

El deporte, a veces y afortunadamente, eclipsa todo aquello que nos preocupa en esta nuestra sociedad. Guerras, estafas, violencia de género, prevaricaciones, atentados, violaciones de cualquier tipo… todo se oculta de repente bajo el manto mágico de un Mundial de fútbol, un Tour de Francia o la final del Manomanista. En ocasiones, uno se avergüenza de su condición de humano cuando unos millonarios de corto son capaces de ocultar durante unos días que, por ejemplo, hay gente que muere a diario porque no tiene nada que llevarse a la boca.

La segunda semana de Noviembre se celebrará en Madrid el torneo más importante del año en suelo español y uno de los nueve grandes a nivel mundial. Uno que, por razones personales, no ha leído demasiado en las últimas fechas, se da cuenta de que lo único que ha visto, por ahora, es el eclipse total de las chicas recogepelotas. El que venga o no Federer para garantizar el espectáculo, el que Moyá sea invitado por la organización o los millones que se van a repartir los jugadores parece algo accesorio. Noticias como que otro año más va a haber recogepelotas femeninas (jodé que expresión!), que el escote parece que va a ser el mismo que el de la última edición y que, según dicen, este año van a ir vestidas de colegialas, han ocupado las páginas de deportes pasando olímpicamente, y nunca mejor dicho, de lo que realmente interesa: el nivel del torneo.

Todo esto que ha aparecido en la prensa escrita, ha sido aderezado con imágenes realmente definitivas. En un telediario, la presentación del torneo con Rafa Nadal rodeado, lógicamente, de sus chicas recogepelotas (otra expresión!), y en otro, las chicas entrenando los movimientos, cómo tienen que coger las pelotas (y otra!), cómo deben lanzarlas, cuándo deben salir o entrar, en fin un despropósito total adornado por varias de las protagonistas que corren todavía sobre los talones y con los brazos caídos, que no saben coger una pelota al vuelo y que para lanzarla a un punto se las ven y se las desean. Pero tienen cuerpos de notable alto, o sea, todo todo en su sitio.

Y mientras tanto, famosos, caraduras, directivos de palco y puro, futbolistas y un sinfín de abrazafarolas diciendo a los amigos que van a ver tenis. Qué pena!


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
10 de Octubre de 2006
Publicado en Diario de Noticias (11.OCT.2006)

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