domingo, 2 de febrero de 2014

LA VIDA DEL DEPORTISTA (a propósito de la Copa Davis)



¿Debe un deportista representar a su país cuando se le convoca? ¿Tiene obligaciones con su federación nacional? ¿Puede negarse a defender los colores patrios? La respuesta a estas preguntas es bien sencilla: un deportista puede hacer con su vida deportiva lo que le dé la gana, que para eso es suya. Lo que ocurre es que en el Estado Español, y salvo en el caso del Tenis, estamos acostumbrados  a situaciones en las que, si un deportista se niega a acudir con la selección nacional , es denostado, despreciado, vilipendiado e insultado. Y ya si es vasco o catalán, casi, casi apedreado en la plaza pública

España no sólo ha perdido la primera ronda de Copa Davis. Ha hecho el ridículo en una eliminatoria que era ganable a todas luces. Pero es que la alineación presentada ha hecho tirar por tierra todo el prestigio ganado en los últimos años. Un equipo en el que podían estar jugadores como Nadal, Ferrer, Almagro y Robredo (todos ellos entre los 17 primeros ATP) se ha nutrido de jugadores de los que nadie esperaba nada. Y la verdad es que nadie se ha equivocado.

La Copa Davis es el sostén de la economía de la Real Federación Española de Tenis (RFET), de tal forma que el año en que se van ganando eliminatorias y toca jugar en casa, es un año de bonanza. Se hace caja por espectadores, por merchandaising, por el canon que se cobra a la ciudad organizadora, etc. Así que este año habrá que apretarse el cinturón. Y es que da la sensación de que, en muchas ocasiones, cuando el capitán del equipo mira a los ojos a los jugadores para decirles que les convoca, uno mira para el otro lado, otro dice que tiene dentista, otro se va a lavar el coche… y así no se puede hacer carrera.

Desde fuera da la sensación de que la RFET no tiene la fuerza que tenía antes sobre los jugadores. Seguramente tiene algo que ver el tener un presidente, según dicen, debilitado y desgastado. El hecho en sí es que una federación como la española no puede jugar en esas condiciones. Pero es que ahí no acaba la cosa, porque los jugadores que representan a España en la Copa Davis se llevan una parte importante de los pocos billetes que entran en la caja fuerte de la RFET. Y mientras tanto, los clubs que organizan torneos para esa Federación (por ejemplo, el Club Tenis Pamplona que organizará en Junio, por segundo año consecutivo, el Campeonato de España Junior), reciben una especie de propina que sólo puede servir para lavar las conciencias de directivos de palco y puro. Ah, por cierto, este año la propina ha sufrido un recorte de algo más del 25%.

La vida del deportista es suya y nadie puede dirigirla más que él mismo y su entorno. Pero en el caso que nos ocupa, no se sabe si el deportista o los directivos, tienen que tener en cuenta que el tenis de los débiles, de los clubs, de los que necesitan ayuda, depende de la utilización de unas pocas fechas al año de estos deportistas. Y esto hay que saber gestionarlo porque es algo que lo entiende cualquiera. Hasta el mismo deportista. Aunque sea vasco o catalán.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
2 de Febrero de 2014
Publicado en Diario de Noticias (04.FEB.2014)



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