miércoles, 14 de diciembre de 2005

EL MAESTRO

Desde la antigüedad el Maestro, así, con mayúscula, es aquél que enseña algo a quien no sabe o a quien sabe poco. El Maestro es la referencia para quien quiere aprender; y es tal su importancia a todos los niveles, que no debe defraudar bajo ningún concepto. El Maestro habla y los demás escuchan, ordena y los demás obedecen, anda y los demás le siguen. El Maestro no falla porque, si lo hace, todo se derrumba.

El año 1970, la ATP instituyó el Torneo de Maestros, el Masters, para nombrar y poner de ejemplo al resto de los humanos quién era el líder, o sea, quién podía dirigir a los demás y enseñarles todo lo que él había aprendido anteriormente. En aquella ocasión, Stan Smith apareció ante el mundo como el ejemplo a seguir.

El Master Navarra de Tenis ha tenido todo para triunfar: un escenario notable, un público ilusionado, un árbitro internacional y unos jueces de línea expertos, unos recogepelotas entregados y todo lo que se podía esperar, salvo, paradójicamente, los jugadores. Los maestros de la raqueta, desgraciadamente, no han dado la talla. El esfuerzo que ha hecho el Gobierno de Navarra se ha visto compensado sólo a medias. Una pena. Y es que estos partidos de finales de temporada recuerdan un poco a los torneos de pretemporada de fútbol.

Los que hayan ido hasta Anaitasuna a ver a las figuras del dinero y del glamour, se deberían pasar de aquí al sábado por las pistas de la Universidad de Navarra. Allí van a ver tenis del bueno; y no es ninguna exageración. Se celebra el Master del Circuito Navarro y juegan las mejores raquetas del año. Seguro que Eduardo Sanz, Luis Valencia, Borja Roldán y compañía van a dar espectáculo porque, entre otras cosas, se juegan puntos, prestigio y dinero. Es una pena, pero donde no hay alicientes, el actor se duerme.

Las semifinales del viernes por la tarde y las finales del sábado a las 11.00 h. tendrán interés aunque no haya un gran escenario, tensión sin gente uniformada, lucha sin glamour y, en definitiva, un espectáculo sin conservantes ni colorantes, pero con unas dosis de generosidad fuera de toda duda.

Después de los dos eventos toca adivinar dónde está el verdadero Maestro, pero así, con mayúscula.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
14 de Diciembre de 2005
Publicado en diario de Noticias el 16.DIC.2005

martes, 6 de diciembre de 2005

TENIS DEL BUENO

Que a Pamplona no llegan grandes eventos es algo que está muy claro. Nuestra capital, a pesar de tener tres universidades, una Sanidad altamente valorada, unas fiestas inigualables, un orden urbanístico de alto nivel y un largo etcétera de piropos, no vende. Parece ser que Pamplona no es una ciudad apetecible para los organizadores de acontecimientos importantes. De hecho, el complejo Donosti está ahí. Siendo dos capitales parecidas en costumbres, población y gustos, los guipuzcoanos atraen a mil y una organizaciones importantes, mientras la vieja Iruña se queda con las ganas. En esto sólo gana La Roncalesa.

Los días 10 y 11 se presenta un gran evento en Pamplona. No se vende humo, sino algo que se puede catalogar como espectáculo de primer orden. El tener al lado de casa a Carles Moyá, Albert Costa, Feliciano López y Fernando Verdasco, es todo un lujo. En este momento no se puede traer nada mucho mejor. Sólo lo mejoraría Rafael Nadal, que en principio iba a venir y se lesionó, o Fernando Alonso, que no nos cabe en ningún sitio para hacer su trabajo. Dicho de otra forma, estamos casi, casi, tocando techo.

A los indecisos se les puede decir que Carles Moyá fue número 1 del mundo en 1999 y que Albert Costa llegó hasta el número 6 (2002). En cuanto a Feliciano López y Verdasco, son ya dos realidades del tenis español. Han competido como titulares en Copa Davis y están clasificados entre los 35 primeros jugadores de la ATP. Además, Moyá y Costa son campeones de Copa Davis y de Roland Garros, por lo cual, estos cuatro jugadores podrían formar un equipo de juventud y experiencia que cualquier país del planeta lo quisiera para conquistar la Ensaladera de plata.

Lo que veremos el sábado y el domingo en Anaitasuna es tenis del bueno, del que usted ve en la tele. También veremos a uno de los tenistas técnicamente más atractivos del Circuito, Carles Moyá; y a otro de los físicamente (según las mujeres) más llamativos, Feliciano López. Todo esto aderezado con la experiencia de Costa y la juventud de Verdasco. Pero lo que también veremos es si Pamplona triunfa como ciudad de eventos o si realmente tenían razón los que pasan de largo y ofrecen espectáculos a otras ciudades de nuestro entorno. Si llenamos el aforo, habremos dado un gran paso adelante, pero si fracasamos habrá que ir pensando, de nuevo, en La Roncalesa.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
6.DIC.2005
Publicado en Diario de Noticias el 7.DIC.2005

martes, 8 de noviembre de 2005

LAS AYUDAS

En un curso sobre entrenamientos para jugadores de Copa Davis, Pato Alvarez, entrenador entonces de los Vicario, Casal, Carbonell, etc., etc., contestaba a la pregunta del millón: “¿Qué hace falta para llegar ahí arriba?” La respuesta fue muy clara: “Buena técnica, condición física, fuerza mental y dinero”. Todos los asistentes nos esperábamos las tres primeras, pero no la del dinero. Pato Alvarez era un hombre que no se andaba por las ramas y era muy claro a la hora de opinar y de decir lo que pensaba.

El factor económico es muy importante, pero nadie lo mezcla cuando se trata de hablar de los condicionantes de un deportista. El dinero es importante, pero ¿tanto? Pues sí. Las cuatro patas de esa mesa son imprescindibles y si una falla todo se convierte en una rampa de caída sin solución posible. El dinero es un factor más porque todo cuesta dinero y porque en el Deporte todo es más caro que en la vida cotidiana. Sin dinero el deportista no puede acceder ni a la competición lejos de su entorno, ni al material necesario, ni al Entrenador deseado.

A Maite Gabarrús, en sus inicios, sólo le faltaba el dinero porque, obviamente, lo demás lo tenía por naturaleza y por formación. Javier Trigo y su equipo comprendieron la problemática desde el principio y se lanzaron a la propuesta de una deportista que lo tenía todo para triunfar pero que le faltaba la base económica. Ante un proyecto lógico, sensato y real, accedieron a todo lo que la propuesta contenía; y todo esto aderezado con unas dosis enormes de respeto hacia la persona y de interés por su futuro, que en ningún momento se resumió en que el Deporte sea lo más importante dejando a un lado todo lo demás. Ahí está la clave de todo. Un deportista (o su familia) no debe basar todo en un futuro que casi siempre es incierto y a menudo frustrante. El futuro de la persona es la persona, su formación integral, y no sólo el destacar en una disciplina, con los riesgos que esa apuesta conlleva.

Quien suscribe puede asegurar que en esta Comunidad todos los proyectos lógicos, sensatos y reales pueden tener una gran proyección porque el apoyo institucional está ahí. En estos tiempos que corren en los que ponemos verdes a diario a quienes administran y gobiernan, es bueno reconocer los puntos fuertes de estas personas.

En esta tierra, el deportista debe poner lo suyo y que no se preocupe, porque el mencionado equipo ya se encargará de aportar dinero, sensatez y educación. Ah! Y mucho cariño.

Al César lo que es del César.

JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
8 de Noviembre de 2005
Publicado en Diario de Noticias el 9.NOV.2005

domingo, 23 de octubre de 2005

LAS LIMITACIONES DE MADRID Y DE NADAL

Los Tennis Master Series (TMS) son los torneos estrella de la temporada. A ellos están obligados a acudir aquellos jugadores que se encuentran en los primeros 35 puestos ATP, lo que, en principio, garantiza el éxito deportivo. Sólo pueden eclipsar a estos nueve torneos los cuatro grandes (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open). Los problemas aparecen cuando van llegando noticias de lesiones de jugadores que dejan el torneo en uno más, pero con una dotación económica de gran evento.
Madrid ha llegado el último a esta feria y no le han correspondido las mejores fechas precisamente. A estas alturas de la temporada, los jugadores están agotados, esperando a terminar la temporada jugando el Master (los ocho mejores) o, simplemente, a terminar la temporada (los demás). Y ya se ha visto el interés de los protagonistas, materializado en la ausencia de lo más florido y más atractivo del panorama mundial. Con todo vendido, se anuncia que faltarán Federer, Agassi, Hewitt y Safin, cuatro de los seis primeros. Casi nada. Como la ATP no ponga remedio a estos desmanes, el Circuito se va a convertir en un conjunto de manifestaciones de glamour, famoseo y zonas vip, dando la espalda a lo realmente importante, el espectáculo deportivo. Aunque bien es cierto que, por mucho remedio que ponga la ATP, el TMS de Madrid ha basado su importancia, desde el principio, en los paseos de artistas, futbolistas y caraduras junto a las pistas. Y esto parece que no es bueno para el Deporte.
Rafael Nadal ha ganado su cuarto TMS de la temporada, una temporada atípica porque, si el año pasado se repartieron los TMS Safin, Agassi, Federer, Moyá y Roddick, en 2005 sólo han sido campeones, a expensas de lo que ocurra en el último torneo (París, 31 de Octubre), dos jugadores: Federer y Nadal. El de Manacor está acabando un año en el que todo le ha rodado bien, podríamos decir que extrañamente bien, porque un lanzamiento tan meteórico no se conocía en la historia del tenis. Todo lo que toca lo convierte en oro y todo lo que se pone encima se vende por miles, porque las marcas estudian todo al detalle dentro de sus operaciones de marketing. Ahora, por ejemplo, Nadal tiene problemas con las rodillas y se ha puesto unas cintas negras (férulas patelares) para sujetar su zona dañada. Y esas cintas se le ven porque, casualmente, ha cambiado sus pantalones “pirata” por unos normales. Pues hala, a vender cintas negras.
Rafael Nadal es un fenómeno. Pero los fenómenos también tienen sus limitaciones por su condición de humanos. Nadal corre demasiados kilómetros para ganar sus partidos. Y el problema no es correr, sino la intensidad a la que lo hace. En un deporte como el tenis, que ha evolucionado en materiales y superficies haciéndolo cada vez más rápido, no se puede basar la carrera de un jugador en el físico. El cuerpo humano, como las máquinas, se desgasta y se rompe. Por eso, Rafa Nadal debe plantearse cambiar en algo su patrón de juego, como por ejemplo, dar más importancia a mejorar su saque y, sobre todo, a no jugar a dos metros de la línea de fondo. El tenis es cada vez más agresivo y se juega, en cuanto se puede, con los pies dentro de la pista (si no se lo cree, compre un vídeo de Agassi). Nadal debe cambiar para que no se le acabe la gasolina demasiado pronto. Y es que uno acaba agotado cada partido de este hombre, aún estando en el mejor sofá.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
23.OCT.2005
Publicado en Diario de Noticias (25.OCT.2005)

domingo, 25 de septiembre de 2005

EL INTERÉS DE LA COPA DAVIS

Javier Clemente se quejaba con amargura de que a la selección española de fútbol no le seguían los españoles. Era en un Campeonato Mundial y, mientras los demás equipos tenían una legión de seguidores cantando y chillando desde las gradas y tribunas, los de Clemente se tenían que cantar ellos mismos. Una lástima y una buena herramienta para un seleccionador que quería justificar las carencias de un equipo nacional que, como en casi todo el resto de disciplinas, no llegaba a los objetivos programados. Y es que España es un territorio en el que a veces te extrañas de que ése que tienes enfrente sea de tu mismo país. Los españoles son muy diferentes unos de otros y, de hecho, hay autonomías que se parecen a otras como un huevo a una castaña y eso, a la hora de aunar esfuerzos para obtener algo valioso, colabora para que cada uno tire hacia su lado sin importarle en absoluto el bien común. Es una de las lacras de nuestra historia y se manifiesta a todos los niveles. El deporte no se escapa a esta teoría y así vemos equipos españoles que no tienen la ilusión de franceses o estadounidenses, que hasta se saben la letra del himno.

La edición 2005 de la Copa Davis ya empezó mal desde el principio. Las controvertidas elecciones a la presidencia de la Federación Española (un España-Cataluña en toda regla) y las mencionadas consecuencias de la historia de España, hicieron que se consumara el primer naufragio del nuevo Presidente, de su Junta Directiva, de sus amigos y de los jugadores que accedieron a viajar con el equipo. Carlos Moyá, que parecía que se olía algo, se desmarcó alegando que quería hacer una gran temporada (¿) a nivel individual y que no le venían bien las emociones de la Copa Davis. Juan Carlos Ferrrero dijo que estaba en un estado de forma no recomendable para competir defendiendo al equipo; y Tomy Robredo adujo una lesión. Con lo cual tuvieron que competir los madrileños Verdasco y López, dejando sorprendentemente en el banquillo al jugador con más experiencia en el Campeonato (Albert Costa) y al mejor jugador actual (Rafael Nadal). Aquí también parece que hubo España-Cataluña, con un 1-0 en el partido de ida a favor de los españoles.

España ha ganado a Italia llorando, pero al menos ha ganado. Los italianos tienen un equipo con un número 1 que la semana pasada ostentaba el puesto 78 de la ATP; y el número 4 casi se salía de los 200 primeros. El líder español, Nadal, es el número 2 de la clasificación mundial y el cuarto y último, el 23. El que esta diferencia se neutralice sólo se puede explicar a través de la motivación que para unos supone el representar a su país, algo que, al parecer, no va con las ideas de otros.

Esta semana se sortea la Copa Davis 2006. Si todo sigue así, que Dios nos pille confesados.

JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
25 de Septiembre de 2005
Publicado en Diario de Noticias (27.SEP.2005)

domingo, 28 de agosto de 2005

EDUARDO

No es fácil entrar en la historia. Para aparecer en los anales de cualquier actividad hay que ser distinto a los demás, destacar en un ámbito concreto y tener ese algo especial que define a los campeones. La carrera de los que llegan ahí arriba depende de muchos factores difíciles de controlar. Salvo la técnica, que es algo sin lo que no se puede aspirar prácticamente a nada, los parámetros en los que se mueve un deportista son relativos. No es imprescindible tener una perfecta condición física, pero hay que saber manejar los tiempos para que el organismo responda. No es imprescindible tener la cabeza perfectamente amueblada, pero hay que saber tomar en cada momento la mejor decisión. No es imprescindible la suerte, pero hay que tenerla. Lo que está claro es que el hecho de mantener estos factores a un nivel relativamente alto, hace que el atleta destaque por encima de los demás. Consiste en no sobresalir por nada especial pero no tener carencias.

Eduardo Sanz, aún estando en activo, hace tiempo que pasó a la historia del deporte navarro con sobresaliente. Este personaje, díscolo en la pista y excelente persona fuera de ella, avaro como el que más a la hora de regalar nada en la cancha y generoso cuando se viste de calle, enemigo patológico a la hora de ganar o perder y el más amigo de sus amigos cuando no hay nada en juego, ha ganado su décimo primer título de campeón navarro. Es el tenista más laureado de largo. Además, sus años victoriosos no han tenido ningún bache, o sea, de once, once.

Dicen que a finales de los ochenta y principios de los noventa, los pelotaris profesionales miraban de reojo a Julián Retegi para adivinar algún gesto de retirada y que les dejara a todos de una vez en paz. El gran Retegui ganó once txapelas y en catorce años no dejó de estar nunca en la final. Una pesadilla. Ese reojo pelotazal se da, desde hace años, en el tenis navarro. Y no hay manera... Eduardo suma y sigue. Y no aparece el gesto por ninguna parte.



JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
28.AGO.2005
Publicado en Diario de Noticias (29.AGO.2005)

domingo, 14 de agosto de 2005

EL NIVEL

Sabe cual es su nivel de Tenis? Quiere explicarle a su amigo cómo juega usted y con quién puede jugar y con quién no? Pues mire, en este deporte, lo único que se puede hacer para despejar estas dudas es ponerse delante del otro y empezar a dar raquetazos. Así demostrará usted lo que es capaz de hacer. Con palabras no se puede llegar a ninguna conclusión. Que uno sepa, tan sólo el golf tiene un sistema de clasificación capaz de indicar con uno o dos dígitos el nivel de un jugador en cualquier sitio del mundo.

Si usted se lanza a comprarse una raqueta y a empezar a jugar en su club, verá esto cada vez más claro. Si un día le ponen delante a Eduardo Sanz, campeón navarro durante una década, pensará que el nivel de este monstruo es inalcanzable. Pues bien, el otro día, en el Open de Amaya, un negrito de Togo, apellidado Loglo, le sacó de la pista a sartenazos. Y este jugador, obligado a jugar la fase previa por su bajo nivel, perdió dos rondas más tarde contra un español llamado De la Nava. Y no llegó ni a primera ronda del cuadro final.

En el cuadro grande aparecía, por ejemplo, Javier Genaro, jugador infinitamente mejor que el negrito del principio. Pues este tal Genaro es quien perdió hace días la final del campeonato de España absoluto contra Fernando Verdasco en poco más de tres cuartos de hora (6-1 6-1). Un desnivel tremendo. Bueno, pues si enfrentamos hoy a Verdasco con Nadal o Federer, podremos comprobar que también son niveles distintos.

En Amaya se ha visto un gran nivel y un gran desnivel. En lo que respecta a los jugadores de casa, la conclusión es clara y contundente: mientras el nuestro se levanta a las 7.00 para ir a estudiar o trabajar y, cuando puede, entrena una hora, el otro se levanta más tarde, lleva una dieta concreta, mide su tiempo de entrenamiento en pista (dos, tres, cuatro horas diarias), tiene su sesión de preparación física, su sponsor, a veces su psicólogo y, en fin, todos los medios para lanzarse a triunfar, si bien es justo decir que todos estos medios no garantizan el éxito. Y así no se puede comparar a los jugadores. Podríamos compararlos poniéndoles a todos los mismos medios y circunstancias, pero, afortunadamente, cada uno elige su forma de vida y es responsable de ello.

Y aunque haya que agradecer a la C.D. Amaya el que nos haya acercado este nivel tan alto, uno piensa que no está tan mal eso de levantarse a las 7.00 para ir a estudiar o trabajar.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis.
14.AGO.2005
Publicado en Diario de Noticias (16.AGO.2005)

lunes, 1 de agosto de 2005

EL ATP DE AMAYA

Los grandes eventos deportivos son cada vez más difíciles de organizar. El rigor del ente controlador a nivel internacional, las normas técnicas y las medidas para que el deportista, el árbitro y el espectador se sientan bien y no echen en falta nada durante el espectáculo, parece algo inalcanzable. Pero como la ilusión puede con todo, la fe mueve montañas, querer es poder y todo eso, pues, al final y mediando un agotamiento bárbaro, todo sale como debe salir, o sea, bien.

Realmente hay que tener valor para meterse donde se han metido. Organizar un torneo del ATP Tour no es algo a lo que se atreva cualquiera, Quien vaya estos días a la Ciudad Deportiva Amaya para disfrutar del tenis que nos trae esta gente, va a ver únicamente la carcasa, lo de fuera, lo bonito, vamos, lo que se ve. Detrás de todo esto queda un montón de trabajo y muchas personas que, desinteresadamente, han colaborado y colaboran para que cada cosa aparezca en su sitio y en el momento oportuno. Organizar no es recibir a la gente, dejarla en el hotel y hacerles jugar al día siguiente. Organizar es eso y contratar, gestionar, pagar, cobrar, llevar, firmar, traer, pedir, hablar, sufrir, disfrutar, colocar, citar, ayudar, llamar, recibir y un sinfín de labores que, si se logra llevar a cabo con una sonrisa en la boca, se convierte, por lo general, en éxito rotundo.

En Amaya, David Zabalza y su equipo tienen todo atado. El trabajo que comenzó hace tantos meses está tocando a su fin. Tan sólo queda abrir el escenario y hacer trabajar a los actores. Y al público, al imprescindible público, le queda disfrutar de algo que nunca hemos visto en esta plaza. Por todo ello, es importantísimo, al margen del reconocimiento a los mejores saques, smashes, globos o passings, el aplauso a quienes han hecho posible semejante evento, por su bien hacer, pero, sobre todo, por su generosidad.


JOSEMARI SEXMILO
01.AGO.2005
Publicado en Diario de Noticias. 05.AGO.2005

domingo, 26 de junio de 2005

LA HIERBA

Todos los buenos tenistas tienen muy buena calidad en los dos golpes fundamentales del tenis: el saque y la derecha. Si falla uno de ellos es muy difícil llegar arriba. Sin un buen servicio no se puede llevar la iniciativa en la parte del partido en la que corresponde sacar, que es, ni más ni menos, que la mitad. Sin una buena derecha es difícil acabar los puntos. Y si hablamos del juego en pista de hierba, además hace falta tener una buena volea. Tan importante es la volea en hierba, que el mejor consejo que se le puede dar a un jugador es que procure que la pelota toque lo menos posible el suelo.

Rafa Nadal ha fracasado en Wimbledon. Se esperaba más de él por el recorrido de resultados que llevaba en su mochila. Ahora, a toro pasado, es fácil decir que estaba claro y que todos sabíamos que no iba a triunfar. Su victoria en primera ronda ante Spadea hizo soñar. Pero su segundo partido le hizo bajar, si no a su nivel, sí a algo más parecido a la realidad. Nadal aún no tiene saque para triunfar en la hierba, pero lo tendrá. No se acerca a la red con la seguridad de los que han vencido en Londres, pero la conseguirá. Y no tiene la experiencia de los que llevan años jugando en verde, pero el tiempo se la dará. Y esto no va a tardar mucho, porque Nadal es un hombre que se adapta fácilmente a condiciones distintas. En 2002, siendo cadete y estando jugando en Valencia el Campeonato de España Junior, le llegó una invitación de Wimbledon para jugar el torneo sub-18, que se juega en paralelo al torneo grande. Se fue a Londres, pasando en cuestión de horas de la lentitud de la tierra a nivel del mar a la extrema velocidad del bote en hierba y llegó a semifinales. Eso es categoría.

No se sabe si es bueno querer abarcar tanto campo en un año tan especial como éste. Hay momentos en los que hay que parar para tomar aliento. Sin ir más lejos, en 1988 el jovencito André Agassi explotó y asombró al mundo llegando a semifinales de Roland Garros. Y cuando todo el mundo miraba expectante hacia Wimbledon, Nick Bolletieri, entrenador del estadounidense y de jugadores de la talla de Aaron Krickstein, Jimmy Arias, Mónica Seles o Jeniffer Capriati, se lo llevó a casa, diciendo que aún no estaba preparado para jugar un torneo como Wimbledon. Y el mundo, boquiabierto entonces, ha visto a Agassi triunfar durante más de quince años.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
26 de Junio de 2005
Publicado en Diario de Noticias (28.JUN.2005)

jueves, 16 de junio de 2005

BETIS-OSASUNA: LAS VERGÜENZAS DE UNA FINAL

Para empezar, habría que confesar que quien estuvo en Madrid no se puede arrepentir de haber acudido a semejante cita. Y esto se apoya en muchas razones, como la emoción, la tensión, la intensidad del color, el ambiente sanferminero, la amistad, el encuentro, las cañas y, quizá también, nuestros nuevos amigos, los béticos. Todo maravilloso. ¿Todo? Pues, desgraciadamente, no. Visto desde arriba o desde lejos, todo parece perfecto, pero metido en el mogollón se descubre el barro que hace patinar y perder credibilidad a toda la fantasía creada por unos y por otros. Las vergüenzas de esta final son claras y rotundas.

1ª vergüenza. La borregada. Lo primero que se encontraron los aficionados que fueron en tren al llegar a la capital fue un camino custodiado y dirigido hacia una carpa, seguramente pactada por los Delegados del Gobierno, donde había que recluir a todos estos rojos (en todos los sentidos) para que no rompieran nada. Patxi Izco, que se averguenza de estos sujetos, que por cierto, son los sujetadores de Osasuna, ya estaba tranquilo. Mientra tanto, los béticos se divertían en los mesones y tascas del Madrid más castizo y menos artifical.

2ª vergüenza. Las entradas. La vista no engaña. Salvo los daltónicos, todos pudieron comprobar la diferencia de masa roja y masa verde. Si esto se explica de antemano y se hace entender a unos y a otros que lo lógico es dar más a un club con cuarenta mil socios que al otro con trece mil, se puede llegar a pactar cualquier cosa. Pero que se mienta, sabiendo que se va a descubrir el pastel, es de una torpeza histórica. Lo que ocurre es que no sabemos quién ha engañado, si la Federación Española u Osasuna. De cualquier forma, una vez más, nuestro club ha quedado como Cagancho.

3ª vergüenza. Los precios. Ya sabemos que es una final de Copa, que es algo que se da una vez al año, que el fútbol es caro y todo eso, pero no hay derecho a que el día que más te cuesta ir al fútbol, porque te lo ponen a cuatrocientos kilómetros, sea el día que más se aprovechan para sacar dinero. Cobrar la entrada más barata a cuarenta euros es un escándalo y le recuerdo, por si la cifra de cuarenta no le dice nada, que cuarenta euros son más de seis mil seiscientas pesetas. Una pasada.

4ª vergüenza. Los bares del Vicente Calderón. Si las anteriores vergüenzas son grandes, esta supera lo imaginable. Un poco antes del descanso, en los bares del estadio no quedaba nada. Sí, sí, ha leído bien: nada. La necedad supina de los arrendatarios de los bares del estadio, provocó colas en los grifos de los servicios. Y lo que realmente provocó fue la renuncia a una jornada como para llenar la caja hasta reventar. Y quieren organizar una Olimpiada...

5ª vergüenza. La actitud de los de siempre. Para quien fue a ver un partido de fútbol sin más, le habría sorprendido la conducta de los mandos de la Policía Nacional. Colocar, al principio, policía solamente en el lado rojo parece una incongruencia y más conociendo la película. Y acercar la policía al lado rojo, con cascos y escudos, cuando se dan incidentes entre jugadores y público en el lado verde, es de locos.

Pero, al final, todo salió bien... salvo el resultado. Uno piensa que el premio era estar allí. Y la lección de comportamiento de la afición rojilla fue de emocionar a cualquiera. Una vez más, el nivel de la afición superó al del equipo. Aplaudir como se aplaudió al rival y respetarle como se le respetó, debería ser lo habitual en este, a veces, absurdo mundo del fútbol. Y para siempre nos quedará eso, que el 2005 fuimos a Madrid y aunque se nos dirigió como borregos, se nos estafó, se nos atracó, se nos intentó matar de sed y se nos provocó, volvimos con el orgullo de haber llamado la atención de todos por nuestro saber estar. Esa lección no se debe olvidar y tendría que seguir latente en el próximo curso para que todos la estudien y la aprueben. Y para que la aprendan los que vienen detrás.

Josemari Sexmilo
16 de junio de 2005
Publidado en Diario de Noticias (18.JUN.2005)

domingo, 5 de junio de 2005

GRANDE

Los Grandes del Tenis se diferencian de los demás por haber ganado, al menos una vez en la vida, un torneo del Grand Slam. Quien gana Wimbledon, Roland Garros, US Open o Australia, pasa directamente a la historia. Es como los escritores que ganan un gran premio y se inflan de vender y de sacar ediciones. Pues aquí, en el Tenis, es parecido; los accesit no valen. O todo o nada. La historia nunca reconocerá aquella victoria moral o aquel parón por la lluvia que tanto perjudicó a Fulano. La historia es seria y cruel a la vez. Sólo habla de los que ganan.

Rafa Nadal ha entrado en el mundo de los Grandes por la puerta principal y, como los más grandes, muy temprano. La leyenda de Borg, Wilander o Chang se repite y, de paso, garantiza un excelente futuro; o sea, que lo de ganar un Grand Slam en ningún caso es flor de un día. No en vano, quien gana un año tiene su sitio de por vida en el protocolo del Torneo.

Roland Garros 2005 ha aportado algunas peculiaridades técnicas. Y cuando se trata de técnica hay que pensar en los que empiezan, en los más pequeños, y sacar conclusiones para que se extraiga lo mejor y luego se pueda aplicar. Por ejemplo, habría que decir a padres y entrenadores que hagan mirar al niño hacia otro lado cuando saca Mariano Puerta, que así, técnicamente hablando, sólo saca él y algunos domingueros. Que miren y remiren a Federer, un hombre-método, un jugador que es una constante lección de cómo y con qué elegancia se deben ejecutar los gestos deportivos en una disciplina tan complicada como el Tenis. Y que se fijen en el campeón 2005, un tipo que con “sólo” una gran derecha y un cerebro así de grande ha puesto patas arriba el torneo más importante, para algunos, del mundo.

Quienes han llegado a la categoría de Grande tienen unas características especiales, pero hay dos que son, sin duda, básicas. Las ganas de triunfar es la primera y Nadal, aunque diga que sólo quiere disfrutar, tiene su sueño en lo más alto del podium. La otra es la humildad, esa virtud que no se prodiga demasiado en el mundo del Deporte de élite y que es algo fundamental. Parece ser que Nadal la tiene por toneladas. De hecho, al acabar su semifinal con Federer, reconoció que el suizo seguía siendo el mejor. Chapeau.



Josemari Sexmilo
5 de Junio de 2005
Publicado en Diario de Noticias el 6.JUN.2005

lunes, 30 de mayo de 2005

NADAL Y LOS FRANCESES

Llegan buenas noticias de París. No llueve, hay mucho público y Nadal sigue “vivo”. Los galos han tenido que tragarse la derrota de su Gasquet a manos del balear con pinta de gitano. A los franceses no les gusta el tenis de este lado de los Pirineos; no entienden la lentitud y la poca agresividad de los españoles y les critican y les ponen de mal ejemplo y se ríen y hacen todo eso que escenifican los que quieren ridiculizar algo. Pero se ridiculizan a ellos mismos porque tienen que tragar todo el nivelazo de la Armada y aguantar todas las críticas que les definen como perdedores por no tener un campeón desde los tiempos de Yannick Noah (1983). Y la Armada va a Roland Garros y siempre la arma. Y los franceses han bajado la cabeza y hasta han traducido al castellano su página oficial (www.rolandgarros.com).

Nadal está pletórico, eso es indiscutible. Lo malo de estar pletórico es que todo el entorno se pone eufórico, aficionados, directivos, prensa, y se crea un ambiente de victoria segura que puede ser peligroso. La verdad es que los números acompañan a la euforia porque las victorias en Barcelona, Roma y Montecarlo así lo confirman. Si Nadal gana el día 5 de Junio (el 3 cumple diecinueve añitos), se consagrará como uno de los grandes y hará bueno el pronóstico. Si pierde no pasará nada, pero no será lo mismo. Lo que pasa es que a uno le da la impresión de que este chaval está muy bien aconsejado y que está preparado para todo. Él ya sabe que está a un nivel muy alto y que en el tenis, precisamente, el mantener ese nivel es lo difícil. Ganar partidos y más partidos con ese esfuerzo físico, esa seguridad técnica y esa concentración, sólo está reservado para los grandes. Tiene muchos años por delante para demostrar que es un grande y seguro que lo consigue. Y los franceses seguirán diciendo que eso no es tenis del bueno y todo eso. Y quizá, algún día, tengan que traducir su web al mallorquín.

Josemari Sexmilo
Publicado en Diario de Noticias (30.MAY.05)

jueves, 12 de mayo de 2005

CREÉRSELO

Cuentan las crónicas que cuando Osasuna, en aquel 2 de Junio de 1980, consiguió en Murcia el pasaporte a Primera División, las palabras del capitán rojillo fueron de lo mejor. José Manuel Etxeberria, lejos de echar flores a los jugadores que lo habían conseguido (él y sus compañeros), hizo una memoria ejemplar de aquéllos que lo habían intentado y, por esas injusticias de la vida, no lo habían conseguido. Habló de Fanjul, de Ostívar, de Mañú y de toda aquella banda que se había quedado en el camino. Etxebe se portó, una vez más, como un campeón.

Uno piensa que, en estos momentos, la lagrimica habrá rodado por más de un rostro de esos históricos que quisieron pero no pudieron. Pero el sentimiento está ahí y eso no lo puede cambiar nadie. Todos, los que jugaron, los que animaron, los que trabajaron gratis, los que pagaron, los que cobraron, los que escribieron, todos,en resumen, estamos contentos. Y este momento no nos lo va a quitar nadie.

Osasuna es un Club con excesiva modestia. Osasuna no vende. Para ser reconocido en esta nuestra sociedad, hay que ser bueno y creérselo, sobre todo creérselo. Hasta hace unos días, aún se hablaba de conseguir los puntos necesarios para mantenerse en Primera, cuando estaba claro que no había ningún peligro de descenso. Pero Osasuna es así; siempre mira hacia abajo. Mientras tanto, nuestros vecinos del Botxo estaban vendiendo, antes de la semifinal, viajes para la final. Estos se lo creen y uno piensa que, aún tratándose de bilbaínos, no es malo ser así. Hay que tener seguridad en lo propio y, si no, quizá es mejor retirarse.

Ahora toca creérselo y vivir con alegría, con la cabeza alta, hasta con cierta soberbia. Hay que olvidarse de que no nos dieron dinero cuando les dieron a todos, de que nos mandaron desterrados a Vitoria durante tres inacabables domingos a raíz de un partido con el Real Madrid, de que nos humillaron siempre por no mandar en la Federación ni en la Liga de Fútbol Profesional, de que no nos dieron los puntos de Santander... en fin, de tantas cosas que nos faltaría tiempo para contarlas. Ahora es el momento de creer en lo propio y hacerse fuerte con lo que tenemos, que, para nosotros, es mucho.

Etxebe tenía razón. No son los de ahora solamente; son todos los que han sembrado. Ahora toca, históricamente, recoger. Así que, sin ninguna originalidad... a por ellos.


JOSEMARI SEXMILO
12 de Mayo de .2005
Publicado en Diario de Noticias (13.MAY.2005)

martes, 26 de abril de 2005

NADAL

Sí, efectivamente, ha nacido una estrella. O ha acabado de nacer. Los deportistas no nacen de repente, lo que ocurre es que el público devorador de prensa deportiva sólo se fija en los de arriba. Si se mira de vez en cuando hacia abajo, se puede apreciar el trabajo que hay que llevar a cabo para llegar a ser famoso, millonario, admirado y todas esas cosas que son las estrellas del deporte actual.

Rafa Nadal lleva toda su vida con la raqueta en la mano. Desde bien pequeño ha entrenado horas y horas, como todos los que han llegado ahí arriba. Lo malo de esto es que no todos los que entrenan horas y horas llegan. Hay gente que se equivoca, gente, especialmente padres, que piensan que quien más invierte más posibilidades tiene de subir y llegar a vivir de este invento que es el Deporte. Nada más lejos de la realidad. El dinero, los medios, son importantísimos, pero nunca definitivos.

El talento de Nadal es incuestionable. Uno no entiende cómo un crío como él puede, en tan poco tiempo, subirse a las barbas y casi tomar el pelo a las vacas sagradas y ganar en Montecarlo uno de los nueve torneos más importantes del calendario, ganar en Barcelona, lo mismo en Acapulco, estar a dos puntos de batir al mismísimo Federer en la final de Miami y, más difícil todavía, liderar el equipo de Copa Davis más potente, en teoría, del planeta. El talento es el talento y punto. Es como la fe en el Vaticano. El talento no se puede fabricar, no se puede trabajar y, sobre todo, no se puede comprar.

Ahora Nadal va a descansar una semana como descansan los tenistas, o sea, trabajando pero sin presión. La próxima cita es el lunes en Roma, con la vista puesta en la última semana de Mayo en París, en Roland Garros. Esperemos que la estrella no se estrelle, pero tengamos en cuenta que es una de las posibilidades, porque estas subidas tan rápidas pueden provocar grandes caídas. El trabajo está hecho, pero ahora hay que mantener el nivel y la tensión hasta que el cerebro aguante.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
26 de Abril de 2005
Publicado en Diario de Noticias (02.MAY.2005)

lunes, 25 de abril de 2005

EL GODÓ

El Trofeo Conde de Godó, “el Godó” para los amigos, es la gran fiesta del Tenis en España. Por el torneo, que comenzó su andadura en 1953, viendo cómo ganaba el norteamericano Vic Seixas con un 22-20 en el último set, han pasado los mejores jugadores de todas las épocas. Y como cada momento tiene sus características, el Godó ha visto cómo ha evolucionado el Tenis a todos los niveles. El Godó lo han ganado, por una parte, jugadores de libro y toque ( Orantes, Santana, Emerson, Mulligan, Nastase); en otro momento, aquéllos que sembraron para que el Tenis cambiara técnicamente (Borg, Lendl, Wilander); y, por fin, los que han recogido la cosecha y han hecho que este deporte sea un espectáculo impresionante de técnica, preparación física y fuerza mental (Safin, Ferrero, Moyá, Gaudio, Robredo).

El Godó es, ante todo, un clásico. Es tan clásico que, aún habiendo podido mejorar funcionalmente cambiando su ubicación a la olímpica Teixonera, rechazó la oferta y se quedó allí de donde parece que nunca saldrá, el Real Club de Tenis Barcelona. Y la verdad es que uno piensa que se acertó, porque el entorno de ese Club tiene algo especial, algo que huele al Tenis de siempre y algo que cualquier amante del deporte tiene que catar al menos una vez en la vida. Y es tan clásico que, aunque desde Madrid y otros puntos se intenta sistemáticamente superar, sigue siendo el torneo más deseado, saboreado y visitado, sobre todo visitado.

Casi no quedan entradas para ver una edición que verá pasar por sus pistas a seis de los diez mejores jugadores del mundo. Todo un lujo. El Godó comienza su andadura con la fase previa de sábado y domingo, que no desmerece nada del resto del Torneo. Es más, hay aficionados que prefieren ver cómo muerden los aspirantes a meter la nariz en el cuadro final, que a las propias figuras consagradas.

Comienza una semana para gozar del Tenis en la superficie que más hace disfrutar al espectador, la tierra batida, donde es más fácil entender y degustar lo que a veces no se entiende (o no se ve) en las superficies rápidas. Se abre el telón.


JOSEMARI SEXMILO
Entrenador Nacional de Tenis
8 de abril de 2005
Publicado en Diario de Noticias el 18 de Abril de 2005

martes, 8 de marzo de 2005

LAS CASUALIDADES DE LA COPA DAVIS

¿Cree usted en las casualidades? ¿Cree que las cosas coinciden en el espacio y en el tiempo porque la diosa Fortuna así lo establece? Cuando las circunstancias se unen y decimos aquello de “qué casualidad” es probable que alguien nos esté engañanando. No en vano, el ser humano es el más listo y el más tonto de la Creación.

Las circunstancias han hecho que la Copa Davis se le haya escapado a España, campeona del 2004, a las primeras de cambio y esperemos que con escándalo incluído. El nuevo Presidente de la Española, el madrileño Pedro Muñoz, tiene un marcado espíritu anticatalán, que se debe haber acrecentado desde que en las últimas elecciones fue apoyado por todas las Territoriales salvo dos, una de ellas la Catalana. Y, casualmente, los jugadores que han intentado levantar otra vez la ensaladera han sido dos madrileños, que casualmente no tienen el nivel de los que podrían haber jugado, que casualmente estaban cansados (Nadal), desmotivados (Ferrero), autodescartados (Moyá) o semilesionados (Robredo). Todo casualidades.

El presupuesto anual de la Real Federación Española de Tenis depende, en un 60%, de los ingresos de la Copa Davis. Es decir, que el año pasado se recaudó mucho dinero porque se llegó hasta la final, jugándose tres eliminatorias en casa, con lo que eso conlleva en entradas, canon de organización y todo lo que puede vender una Federación jugando en su propio país. Y este año los ingresos serán de lo más redondos: cero. En resumen, que el madrileño Presidente tendrá que hacer algo por conseguir euros de otro bolsillo. El de la Davis está limpio.

Ah! Casualmente, el local donde se ubica la Federación Española, en la Avenida Diagonal de Barcelona, tiene una renta muy alta y parece que va a haber cambios. Igual la suerte hace que en la Castellana el suelo esté más barato. Al fin y al cabo, no son más que casualidades.


Josemari Sexmilo
Entrenador Nacional de Tenis
6 de Marzo de 2005
Publicado en Diario de Noticias el 8 de Marzo de 2005

jueves, 17 de febrero de 2005

HOMBRES G

Hace un montón de años, cuando Santana se paseaba por las pistas y no por los saraos y a Franco le ponían a huevo unos salmones así de grandes, la Copa Davis se vivía como algo excepcional. La verdad es que había muy poquitas cosas para disfrutar y este campeonato por equipos nacionales hacía las delicias de deportistas y de patriotas y de deportistas-patriotas.

En la Copa Davis había pocos personajes, pero todos archiconocidos. Todo el mundo sabía, por ejemplo, que ese señor mayor que les daba agua y toallas a los jugadores en los cambios, se llamaba Jaime Bartrolí. Pero lo que nadie sabía era qué coño le decía ese señor mayor al jugador para que éste hiciera mejor las cosas. Son los misterios del deporte, los recovecos a los que jamás llega quien paga su entrada, por muy cara que sea.

La figura del capitán de Copa Davis ha ido cambiando porque así lo han exigido los tiempos y los jugadores. Después de experiencias con ex tenistas como los Manolos (Santana y Orantes), se llegó a la conclusión de que, si se trataba de dar agua y toallas, podía estar en el banco el mismo recogepelotas de red o la mujer del jugador. Pero si de lo que se trataba era de aportar sabiduría técnica y táctica al jugador en los momentos importantes, lo lógico era que los entrenadores de esos jugadores fueran los que llevaran la batuta.

Y así se hizo. El año 2000, Javier Duarte, Josep Perlas, Juan Avendaño y Jordi Vilaró formaron lo que se llamó el G-4 . Y lo que parecía empezar como una aventura de auténticos descerebrados, acabó en el mayor éxito del Tenis español: la primera ensaladera. España fue pionera en esta operación de capitanía en el más emblemático campeonato por equipos del mundo. Se la jugó y ganó, como los grandes campeones.

Hoy es el día en el que nos sorprendemos porque ya no es que no exista el victorioso G-4; es que también el G-3 (Avendaño, Perlas, Arrese) ha desaparecido y se ha impuesto el G-2, los de antes pero sin Perlas. El nuevo Presidente de la Real Federación Española de Tenis, el madrileño y españolísimo Pedro Muñoz, ha decidido quitar una G que no le gustaba e imponer una nueva norma: ningún capitán de Copa Davis puede ser Entrenador en activo de ningún jugador, ni nacional ni extranjero, con lo cual volvemos a las andadas. Y si de las andadas se trata, que nadie se sorprenda de ver próximamente y como G-1 a Manolo Santana, sentado en el banquillo entre sarao y sarao.


Josemari Sexmilo
Entrenador Nacional de Tenis
17 de febrero de 2005
Publicado en Diario de Noticias (18.FEB.2005)

miércoles, 26 de enero de 2005

CRISTINA

Para un aficionado se hace extraño leer lo que se dice desde un Grand Slam y no encontrar a Cristina Torrens por ningún lado. Cristina se ha ido sin hacer ruido, después de quince años de profesional del Tenis, con un historial espléndido y con un trabajo y un sacrificio acumulados que sólo ella y sus allegados conocen.

Tardó seis largos años en meterse allá en donde todos y todas quieren estar algún día, el Top-100. Las cien primeras jugadoras de la clasificación WTA tienen plaza asegurada en los grandes torneos, que son los que, lógicamente, más puntos y más dólares dan y los que crean un poso especial en el profesional. Y cuando llegó el gran momento, el Open de Australia del 96, se propuso no abandonar el proyecto por nada del mundo y consiguió jugar ¡30 Gran Slam! consecutivos. Casi nada.

La carrera de Cristina ha tenido unas características, si cabe, especiales. Por un lado, tuvo una importante beca a los trece años, algo que marca el lanzamiento de un deportista; unos padres normales, algo anormal en el mundo del Tenis; un mínimo apoyo mediático, algo normal en el Deporte femenino, y un empeño infinito en colocarse entre las mejores, algo que le ha hecho conseguir lo que ha conseguido.

Cristina, que llegó a colocarse a final de 2001 en el puesto 32 del ranking mundial (hoy, por ejemplo, sería la mejor clasificada de las españolas), ha conocido la evolución más importante del tenis femenino en los ciento y pico años de la historia de este deporte. Durante su carrera profesional ha visto cómo se ha pasado del tenis de libro, ese tenis femenino lento, táctico y muchas veces aburrido, a un tenis totalmente evolucionado que se basa en pegar palos a todo lo que vuela. Desde Martina Navaratilova hasta las Williams y las rusas, pasando por Mónica Seles, Hingis, Hennin, Capriati y Davenport, Cristina ha sido testigo de esta extraña mutación que ha convertido un espectáculo muy a menudo tedioso en eso, en un espectáculo. Y ella en medio.

Llegan malas noticias de Australia. Todas las españolas eliminadas en primera ronda, algo que huele a fracaso y que lo es. La comodidad de tener a Arantxa y Conchita ahí arriba se acabó. El nuevo Presidente de la Federación Española no lo tiene fácil. Pero tampoco lo tuvo fácil Cristina y a base de trabajar y renunciar a muchas cosas consiguió sus objetivos. Ahora, los directivos a trabajar y Cristina a descansar. Bienvenida al mundo de los mortales.


Josemari Sexmilo
Entrenador Nacional de Tenis
Publicado en Diario de Noticias (26.ENE.2005)